Indra presentará unos resultados del cuarto trimestre de 2024 «solidos» e, incluso, por encima de las guías o estimaciones con los que le agasajan los analistas en los últimos meses, gracias sobre todo al crecimiento de sus divisiones de defensa y tráfico aéreo, y a la enrarecida situación geopolítica que apunta a un aumento del gasto en defensa a nivel europeo y mundial, por la incidencia de las decisiones e imposiciones del inefable Donal Trump.
La cita está prevista para el próximo jueves 26 de febrero, tras el cierre de mercado, y esa previsión de superar los resultados esperados a punta a que los ingresos, que se cifraban en 4.800 millones de euros, acabarán el año en los 4.812 millones, y con un crecimiento interanual del 11%.
Los analistas financieros de Intermoney reflejan en un informe reciente que Indra está «muy bien posicionada para beneficiarse del fuerte aumento del gasto en defensa que vamos a ver en los próximos años». La relación es clara. El objetivo de la OTAN de destinar un 2% del PIB a defensa «ha quedado obsoleto, antes incluso de que muchos países lo alcanzasen», como es le caso de España.
En 2024, 8 países seguían por debajo de ese umbral, según recuerdan los analistas, que recuerdan lo que se está oyendo decir en los altos organismo supraestatales en los últimos días; «ahora se ha empezado a hablar de otros objetivos como el 3% o el 5%».
el crecimiento de la compañía vendrá dado sobre todo gracias a la división de Defensa, a la iniciativa FCAS y a su implicación en el Eurofighter
Y también apuntan a que España es de los países de la OTAN que menos destina a defensa en porcentaje respecto al PIB (1,2%), «por lo que es donde veremos uno de los mayores aumentos en los próximos años. Pensamos que Indra está posicionándose muy bien para beneficiarse de esta megatendencia«.
Señalan como el crecimiento de la compañía vendrá dado sobre todo «gracias a la división de Defensa» que aportará según previsiones un 15%, por el FCAS, (la iniciativa para atraer e identificar startups y pymes tecnológicas españolas) y su implicación en el desarrollo del blindaje antimisiles del Eurofighter. También por la división de tráfico aéreo, que aporta a la compañía un 39% de los ingresos, por sus proyectos internacionales y la contribución de Park Air.
Los analistas no olvidan la división de movilidad, que también crecerá a doble dígito más de un 12%, mientras que la división que está «en venta», Minsait, va a mostrar un crecimiento más moderado, de un 6%, afectado no su situación de búsqueda de comprador, sino por el efecto divisa de aquellos proyectos en países cuya aportación en ingresos al cambio, pierden valor.
EL PLAN ESTRATÉGICO YA IMPLEMENTADO EN INDRA
El EBIT previsto, de más de 415 millones de euros, va a terminar reflejando un pequeño incremento, hasta los 418 millones, pero marca un eficiente 20,4% más respecto al del pasado año, y mejora el margen en 80 puntos porcentuales, «gracias a la vuelta a la normalidad de los márgenes tras los costes asumidos para la implementación del plan estratégico durante el primer semestre de 2024», que se ha traducido en una mayor contribución de las divisiones impulsadas por ese plan, que son las de defensa y los sistemas de gestión del tráfico aéreo (ATM), que aportan márgenes más altos.
Los especialistas de Intermoney estiman que la compañía registrará un beneficio de 267 millones de euros, un 30% más interanual, «gracias a unos menores costes financieros, derivado de una fuerte reducción de la deuda» durante 2024. Así, el pasado año Indra lo cierra con una deuda en torno a los 70 millones de euros, de solo 0,3 veces el EBITDA.
«a medida que Indra vaya centrando su negocio en este sector y vaya desinvirtiendo en la parte tecnológica, irá convergiendo hacia esas cotizaciones»
No obstante, desde Intermony no olvidan que tras la recientemente confirmada compra de Hispasat, anunciada el pasado 31 de enero, la deuda pasará a tener cerca de 770 millones de euros este años, es decir, de 1,4 veces su EBITDA. Mientras tanto, los expertos esperan que la compañía genera un flujo de caja libre en el conjunto del año de 265 millones de euros.
Son cifras que llevan a Intermoney a recomendar comprar con un precio objetivo de 22 euros la acción, y señalan, casi reivindicando, que Indra «sigue cotizando muy por debajo de sus comparables en el sector defensa, a pesar de los esfuerzos que están haciendo para convertirse en una compañía puramente defensiva». Por ello, piensan que a medida que vaya «centrando su negocio en este sector y vaya desinvirtiendo en la parte tecnológica irá convergiendo hacia esas cotizaciones«.