El número de radares en las carreteras españolas no deja de aumentar, y cada año la DGT refuerza su sistema de control de velocidad con nuevas incorporaciones. Para muchos conductores, estos dispositivos se han convertido en una trampa difícil de evitar, ya que las sanciones económicas por exceso de velocidad son una de las principales fuentes de ingresos del Estado. Mientras que desde la Dirección General de Tráfico defienden que su único propósito es mejorar la seguridad vial, las cifras de recaudación por multas siguen disparadas, lo que ha generado un gran debate entre los ciudadanos.
2Los radares que la DGT instalará este año
En 2025, se instalarán 122 nuevos radares en distintas carreteras de España, lo que elevará aún más la presión sobre los conductores. Esta cifra incluye los 24 radares que ya entraron en funcionamiento en enero, distribuidos en provincias como A Coruña, Asturias, Málaga, Granada, Alicante y Valencia.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha justificado esta decisión asegurando que el exceso de velocidad es un factor clave en la siniestralidad vial, y que estos dispositivos ayudarán a reducir el número de accidentes. Sin embargo, muchos conductores ven en este despliegue una estrategia más orientada a la recaudación que a la seguridad.