El uso de tarjetas de crédito y débito se ha convertido en la forma de pago más habitual para millones de personas. Cada vez es menos frecuente el uso de dinero en efectivo, lo que ha facilitado la comodidad en las transacciones diarias. Sin embargo, junto con esta evolución tecnológica, también han surgido nuevos riesgos. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una advertencia importante sobre un tipo de estafa que está en aumento y que podría afectar a cualquier usuario sin que se dé cuenta.
8El riesgo de la tecnología NFC y RFID
Las tarjetas bancarias con tecnología de pago sin contacto pueden ser una comodidad para muchos usuarios, pero también suponen un riesgo si no se toman las precauciones adecuadas. Los lectores NFC pueden captar los datos de una tarjeta con solo acercarse a menos de 20 centímetros de la cartera. Sin embargo, los dispositivos RFID tienen un alcance mucho mayor, pudiendo leer la información desde distancias de hasta 100 metros.
Para protegerse de este tipo de fraudes, se recomienda desactivar la opción NFC del móvil cuando no se esté usando y utilizar fundas o carteras especiales que bloqueen las señales RFID. Estos pequeños cambios pueden marcar la diferencia y evitar que los datos sean robados sin que el usuario se dé cuenta.