El uso de tarjetas de crédito y débito se ha convertido en la forma de pago más habitual para millones de personas. Cada vez es menos frecuente el uso de dinero en efectivo, lo que ha facilitado la comodidad en las transacciones diarias. Sin embargo, junto con esta evolución tecnológica, también han surgido nuevos riesgos. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una advertencia importante sobre un tipo de estafa que está en aumento y que podría afectar a cualquier usuario sin que se dé cuenta.
4Pequeñas cantidades para no despertar sospechas
Una de las estrategias más efectivas de los estafadores es realizar cargos pequeños, en lugar de transacciones grandes y evidentes. Las víctimas pueden tardar días o incluso semanas en notar que han sido estafadas, ya que los importes sustraídos no suelen ser alarmantes al principio. Cuando finalmente se detecta el problema, el daño ya está hecho y recuperar el dinero puede convertirse en un proceso complicado.