lunes, 21 abril 2025

El colectivo empresarial catalán aumenta la presión contra el cierre nuclear

El ‘cerrojazo’ de la energía nuclear española decretado por el Gobierno se ha encontrado con otra fuerza opositora: este viernes la organización de empresarios y directivos Empresaris de Catalunya (EC) ha difundido un manifiesto alertando sobre los perjuicios que puede causar el cierre de las dos centrales nucleares catalanas, Ascó y Vandellòs.

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Empresaris de Catalunya se presenta como «una asociación de empresarios y profesionales que defienden el marco legal constitucional en Cataluña como garantía de convivencia y progreso económico».

La declaración fundacional de la entidad, fundada en 2014, expresa que nació «con el objetivo de dar voz a los empresarios y profesionales de la empresa que deseamos alertar de las consecuencias negativas que traería el ‘proceso secesionista’ catalán para la actividad económica de Cataluña y, en consecuencia, para todos y cada uno de los catalanes».

EL ADIÓS NUCLEAR, NOCIVO PARA EL SUMINISTRO ENERGÉTICO

El comunicado hecho público por Empresaris pide que no se cierren las centrales nucleares catalanas y advierte del riesgo de desabastecimiento y encarecimiento del recibo eléctrico que traería consigo la clausura del parque de energía de uranio catalán.

Desde la organización empresarial se recuerda que estas centrales atienden el 64% de la demanda eléctrica de Cataluña y que su cierre puede provocar o bien desabastecimiento o mayor dependencia energética de otras regiones de España.

Asimismo, recuerdan que el cierre no es gratis para las empresas, dado que los expertos auguran un incremento del recibo eléctrico de 265 millones anuales para la industria catalana en caso de que el fin de la actividad de las dos centrales ubicadas en el sur de Tarragona se consume.

EC acusa al gobierno catalán de «hacer caja a costa de las empresas con la excusa de gravar la energía nuclear, dado que desde 2008 la fiscalidad sobre las centrales ha crecido un 400%

Además, desde Empresaris de Catalunya se acusa al gobierno catalán de «hacer caja a costa de las empresas con la excusa de gravar la energía nuclear, dado que desde 2008 la fiscalidad sobre las centrales ha crecido un 400% y sus gestores han tenido que repercutir ese coste sobre sus clientes, tanto particulares como empresas».

Por otra parte, desde la asociación empresarial se pone de manifiesto que incluso desde una perspectiva ambiental, la decisión del cierre es negativa dado que provocará un incremento importante de emisiones de CO2 a la atmosfera.

El presidente de Empresaris de Catalunya, Josep Bou, afirma que: «el cierre de los tres reactores nucleares provocará que Cataluña pase de ser autosuficiente energéticamente hablando a depender de otras comunidades autónomas».

EN CONSONANCIA CON LA PATRONAL

La postura de EC va de la mano con los argumentos que Foro Nuclear, la patronal estatal del sector, ha venido esgrimiendo desde que el Gobierno puso en marcha el proceso de cierre de las plantas de energía atómica en territorio nacional.

Ignacio Araluce, presidente de Foro, advirtió a mediados de enero que, de no aliviarse el cepo fiscal sobre las centrales de uranio, no se procederá a la renovación de licencias y, por tanto, la energía atómica se desvanecerá del mix energético.

«La energía nuclear sería muy competitiva de no ser por la gigantesca carga fiscal que sufrimos» -denunció- «Sin nosotros, el gas, que cada vez está más caro, tendría que compensar la pérdida de generación del sistema, con lo que subirían los precios de la luz».

En 2024, la nuclear, con un 19,57% del total, fue la segunda fuente que más aportó al conjunto del sistema eléctrico español, solo por detrás de la eólica (23%). Además, la producción eléctrica nuclear ha supuesto en 2024 el 25,28% de la electricidad sin emisiones de CO2 generada en España, por lo que resulta estratégica en el proceso de descarbonización. 


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