A muchas personas les cuesta despertar por las mañanas, pero para algunas, el problema va más allá de la simple pereza. Apagar el despertador sin darse cuenta o no escucharlo en absoluto puede ser señal de un descanso inadecuado o de hábitos de sueño poco saludables. Lo que parece un problema puntual puede volverse recurrente y afectar la vida diaria, desde llegar tarde al trabajo hasta sentirse agotado durante todo el día. Si esto te ocurre con frecuencia, es momento de analizar qué está pasando y qué soluciones existen para despertarte sin dificultades.
2La deuda de sueño y su impacto en el despertar
Uno de los principales motivos por los que alguien no escucha el despertador es la acumulación de fatiga. Dormir menos de lo necesario genera una deuda de sueño que afecta la capacidad del cerebro para despertarse de forma natural. A medida que los días pasan, esta falta de descanso se acumula, volviendo cada vez más difícil la transición entre el sueño y la vigilia. Si cada mañana cuesta más levantarse, es posible que el cuerpo esté reclamando el descanso que no ha recibido.