Miguel de Cervantes nació en Alcalá de Henares, una ciudad encantadora a solo 30 kilómetros de Madrid, y eso nadie se lo podrá quitar nunca. Ser el lugar de nacimiento del autor de la obra más famosa de la literatura universal, Don Quijote de la Mancha. No obstante, una visita a esta impresionante ubicación no se limita a una visita típica a la casa de origen de Cervantes. Si eres un amante de la historia, la cultura y la deliciosa comida, entonces te encantará visitar Alcalá de Henares.
Uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad es la antigua vivienda de Miguel de Cervantes, que ahora se ha convertido en un museo. Si eres fanático de la literatura o simplemente está interesado en aprender más sobre la vida de esta figura literaria, entonces este es el lugar para comenzar. La casa se transforma en una cápsula del tiempo, que recuerda al período de tiempo de Cervantes en los siglos XVI y XVII, a medida que se recrearon las costumbres al ingresar
2Miguel de Cervantes y el exterior del San Ildefonso
La impresionante fachada de la escuela de San Ildefonso, que es uno de los edificios más reconocibles de la Universidad de Alcalá, es una atracción imperdible para los visitantes de Alcalá Si tiene la oportunidad, asegúrese de visitar su paraninfo, que es un espacio significativo, ya que es el lugar donde los reyes de España otorgan el premio de literatura de Cervantes cada 23 de abril, que es uno de los premios más importantes por la literatura en español en español
La Plaza de Cervantes, un área animada e histórica, es un hito significativo en el Alcalá de Henares. Una estatua de Miguel de Cervantes se coloca en el medio de la plaza, honrando a su patrón, el reconocido autor. Además, puede disfrutar de un paseo tranquilo a lo largo del Alcalá de Henares de la calle, que es una de las calles de España con el tramo más largo.
Si eres fanático de la literatura, te sorprenderá ver dos esculturas en tamaño natural de Don Quijote y Sancho Panza, que son los personajes principales en el trabajo de Miguel de Cervantes. Estas esculturas, que están situadas junto al Museo Casa Natal en Miguel de Cervantes, dan la impresión de que está entrando en las páginas de Don Quijote.