A finales de enero, la Infanta Cristina viajó a Barcelona para supervisar en persona los trabajos de reforma de su nuevo, aunque antiguo, piso. Esta vivienda, que ella misma ha recomprado, fue el hogar al que se trasladó con Iñaki Urdangarin después de contraer matrimonio, y donde criaron a sus cuatro hijos. Sin embargo, lo que inicialmente parecía una simple visita para revisar el estado de las obras llamó la atención de los medios por un detalle inesperado: la Infanta Cristina llevaba el brazo izquierdo en cabestrillo. A raíz de esto, se desveló que había sufrido un accidente doméstico que requirió la inmovilización de su extremidad, lo que preocupó aún más a sus allegados y a quienes siguen de cerca su vida.
1¿Cómo se encuentra la infanta?
El interés por el bienestar de la Infanta Cristina no solo provino de su familia, sino también de su exmarido, Iñaki Urdangarin. Aunque él ha optado por mantenerse alejado de los medios y centrarse en su nueva vida con Ainhoa Armentia, recientemente mostró preocupación por el estado de salud de la Infanta. Según fuentes cercanas, Urdangarin se comunicó con su hijo Pablo para obtener información sobre el accidente sufrido por la Infanta Cristina. Este gesto evidencia que, a pesar de su separación y el paso del tiempo, la relación entre ambos sigue marcada por una cierta cordialidad y preocupación mutua, sobre todo cuando se trata de la salud y el bienestar de sus hijos.
Mientras tanto, la Infanta Cristina está viviendo una nueva etapa de su vida marcada por una mayor visibilidad pública y una reconexión con su familia. Desde su residencia en Ginebra, donde se trasladó en 2013, la hija de Juan Carlos I y la Reina Sofía ha mantenido un perfil bajo, alejada de los focos mediáticos, especialmente después de la imputación de su exmarido en el caso Nóos. Sin embargo, en los últimos meses se ha mostrado más abierta a la idea de normalizar su relación con su hermano, el Rey Felipe VI. Este cambio se hizo evidente en septiembre de 2023, cuando ambos fueron fotografiados juntos en el coche en ruta hacia la boda de Victoria López-Quesada y Enrique Moreno de la Cova, un gesto que sorprendió a muchos, ya que no se veía a los hermanos juntos desde la imputación de Urdangarin y su posterior encarcelamiento.
El acercamiento entre la Infanta Cristina y el Rey Felipe VI no terminó ahí. A principios de enero de 2024, durante el funeral de su primo Fernando de Borbón y Medina, los hermanos se saludaron con dos besos, un acto de cariño que fue interpretado como un «beso de la reconciliación». Testigos del encuentro afirmaron que la Infanta Cristina y Felipe VI se mostraron muy cómplices y cercanos, como en sus mejores tiempos. Este gesto ha sido considerado un símbolo de la normalización de su relación, que había estado marcada por la distancia y la tensión durante años debido al escándalo de Nóos y la implicación de Urdangarin.
En cuanto a Iñaki Urdangarin, su vida ha seguido un curso diferente. Desde su separación de la Infanta Cristina, se ha mantenido alejado de los medios de comunicación, optando por llevar una vida más discreta y centrada en su relación con Ainhoa Armentia. En enero de 2024, Urdangarin y Armentia se mudaron a un piso de cerca de 200 metros cuadrados en Vitoria, una ciudad en la que ambos buscan una vida más tranquila y alejada del foco mediático. Además, se ha establecido en la misma urbanización donde reside Claire Liebart, madre de Iñaki Urdangarin, con quien la Infanta Cristina siempre ha tenido una buena relación.