Electra, empresa especializada en movilidad eléctrica, y Contigo Energía, centrada en el suministro y gestión de energía 100% renovable y soluciones de autoconsumo y eficiencia energética, son las dos últimas compañías en sumarse al clamor unánime del sector: España tiene que disponer de un sistema eléctrico más flexible y mejor interconectado.
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Energía el pasado 14 de febrero, ambas empresas analizaron los principales desafíos de la transición energética en España. Coinciden en que el camino está claro, pero que aún quedan barreras que impiden acelerar la transformación del sistema energético.
Tanto Electra como Contigo Energía advierten que el camino hacia un modelo energético completamente renovable no depende solo de avances tecnológicos, sino de una mayor inversión en infraestructuras, una regulación más ágil y una mejor gestión del sistema eléctrico.
UNA RED ELÉCTRICA MÁS VERSÁTIL
Para Luis García, director general de Contigo Energía, el principal reto es la falta de flexibilidad del sistema eléctrico. A pesar de que las renovables ganan peso en el mix energético, sigue habiendo momentos en los que no se puede aprovechar toda la energía generada por falta de capacidad de almacenamiento y una gestión ineficiente de la demanda. Esto provoca que en determinados días del año haya un exceso de generación renovable que no se utiliza, mientras que en otros momentos se sigue dependiendo de fuentes fósiles.
A este problema se suman las trabas administrativas para la conexión de puntos de generación y de demanda, para la instalación de infraestructuras de autoconsumo y la baja interconexión con Europa, que limita la posibilidad de intercambiar energía con otros países en momentos de exceso o déficit de producción. «Si impulsamos el almacenamiento, la electrificación con energía 100% renovable y un mercado más flexible, podremos acelerar la transición energética y aprovechar mejor la energía renovable», indica García para quien la solución pasa por impulsar mecanismos que permitan una mejor gestión de la demanda, invertir en infraestructura de red, incentivar el consumo en momentos de alta producción renovable y apostar por el almacenamiento a gran escala.
En un sistema 100% renovable, el ecosistema energético sería más descentralizado, lo que permitiría que empresas y ciudadanos generaran y gestionaran su propia energía. «Al no haber dependencia de los combustibles fósiles, alcanzaríamos nuestra independencia energética y habría una mayor estabilidad en los precios de la electricidad aislados de las tensiones geopolíticas que estresan los precios de los combustibles fósiles», señala.
ENERGÍA LIMPIA PARA LA MOVILIDAD SOSTENIBLE
El sector del transporte es otro de los grandes frentes de la transición energética. Bastien Verot, codirector general de Electra en España, destaca que la electrificación de la movilidad es clave para reducir las emisiones, pero que su éxito depende de la disponibilidad de una red eléctrica fiable y 100% renovable.
En su opinión, actualmente uno de los principales obstáculos es la infraestructura de carga: «Para que la movilidad eléctrica sea una alternativa real, necesitamos más estaciones de recarga rápida y una red capaz de soportar una mayor demanda sin riesgos de colapso», explica. Además, la falta de incentivos y la complejidad burocrática siguen ralentizando el despliegue de estas infraestructuras.
Verot subraya que el almacenamiento energético es la pieza clave para la transición. Tecnologías como las baterías de ion-litio, el hidrógeno verde o el almacenamiento hidroeléctrico por bombeo permitirán gestionar la producción renovable de forma más eficiente y reducir la intermitencia de la solar y la eólica. Si España lograra un sistema 100% renovable, la movilidad eléctrica experimentaría un cambio radical. «El precio de la electricidad sería más estable, lo que haría aún más competitivo el vehículo eléctrico frente al de combustión. Además, con tecnologías como el Vehicle-to-Grid (V2G), los coches eléctricos no sólo consumirían energía, sino que también podrían inyectarla en la red en momentos de alta demanda, contribuyendo a equilibrar el sistema», apunta Verot.