sábado, 15 febrero 2025

La Liga, las telecos y la piratería mediante IPTV ¿Y si bajan los precios?

El fútbol es un fenómeno cultural, económico y social que mueve pasiones y millones de euros en todo el mundo. Aunque detrás de la emoción de los goles y las celebraciones, se libra una guerra silenciosa pero feroz: la lucha contra la piratería. El pasado sábado, justo antes del partido entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, LaLiga desactivó DuckVision, una plataforma que ofrecía deporte en vivo pirateado a más de 200.000 usuarios solo en España. ¿Está la industria del fútbol ganando esta guerra con acciones como esta contra la piratería o simplemente está persiguiendo sombras?

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LA LIGA DE TEBAS

La Liga, las telecos y la piratería mediante IPTV ¿Y si bajan los precios?
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Desde que Javier Tebas asumió la presidencia de LaLiga en 2013, la lucha contra la piratería se ha convertido en una de sus obsesiones. Para Tebas, este no es solo un problema de derechos de autor, sino una amenaza existencial para el futuro del fútbol profesional. En los últimos meses, el dirigente ha intensificado su retórica, acusando a gigantes tecnológicos como Google, Cloudflare, Telegram, WhatsApp, Discord, Signal y X de permitir y, en algunos casos, beneficiarse de las emisiones ilegales de partidos.

LaLiga ya ha interpuesto querellas criminales en varios países contra estas compañías, argumentando que su inacción facilita la distribución de contenido pirateado. «Debería haber mucha más colaboración por parte de los intermediarios como Google, que están dentro de esa cadena de distribución de contenidos ilegales», afirma Carlota Navarrete, directora de la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos. Sin embargo, fuentes del sector sugieren que estas empresas no están dispuestas a asumir el papel de policías del contenido, alegando que no pueden estar pendientes de todas las páginas que operan en la sombra.

Además, Tebas ha dirigido su mirada hacia los usuarios finales. En octubre del año pasado, anunció que LaLiga había comenzado a multar con 450 euros a quienes consumen contenido pirateado. «Este es el mayor desafío de la industria del deporte«, declaró Tebas en una entrevista con Forbes. Sin embargo, esta estrategia ha generado controversia, ya que muchos argumentan que el enfoque debería estar en los distribuidores ilegales, no en los aficionados que, en muchos casos, no pueden permitirse las costosas suscripciones legales.

Pero la batalla no se limita a multas y demandas. Tebas también ha impulsado la creación de herramientas tecnológicas para rastrear y bloquear emisiones ilegales en tiempo real. «LaLiga utiliza sistemas de inteligencia artificial para detectar y cerrar streams piratas en cuestión de minutos», explica un portavoz del organismo. Aunque estas medidas han tenido cierto éxito, los piratas siempre encuentran formas de evadirlas, ya sea cambiando de dominio o utilizando servidores en países con legislaciones más laxas.

Otro frente abierto es el de la educación y concienciación. «Mucha gente no es consciente de que al ver un partido pirateado está financiando mafias y perjudicando al deporte que ama», señala Tebas. Campañas publicitarias y colaboraciones con medios de comunicación buscan sensibilizar a los aficionados sobre las consecuencias de la piratería. Sin embargo, el mensaje compite con la realidad económica: para muchos, las opciones legales son simplemente inaccesibles.

A pesar de los esfuerzos, la sensación de que la piratería es imparable persiste. «Cada vez que cerramos una puerta, los piratas abren otra», admite un alto ejecutivo de LaLiga. La pregunta es si la industria puede mantener el ritmo de esta carrera tecnológica y legal, o si llegará un punto en el que la piratería se convierta en un mal endémico imposible de erradicar.

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