Los diplomáticos de la Unión Europea en Estados Unidos se han hecho con los servicios de DCI Group AZ, LLC, una agencia de relaciones públicas y lobby cercana al Partido Republicano y a la Administración Trump, justo cuando la UE encara la guerra de aranceles iniciada por el presidente de Estados Unidos.
Así lo desveló ‘Politico’ en una información en la que esgrimen los datos contenidos en el Foreign Agents Registration Act (FARA) con fecha de 1 de noviembre de 2024, días antes de que el 5 de noviembre Donald Trump ganase los comicios.
No obstante, la contratación tuvo lugar cuando todos los países de la UE eran conscientes de los anuncios de Trump durante la campaña, en los que avanzó que impondría aranceles para proteger al mercado estadounidense.
“DCI Group AZ, LLC, asesorará a la Delegación de la Unión Europea en los EEUU sobre la estrategia de comunicación y participación pública para audiencias de partes interesadas externas, con énfasis en la promoción del comercio y la inversión de la UE en los Estados Unidos”, reza el texto del FARA desvelado por ‘Politico’.
La contratación de la citada firma de lobby, bien conectada con la propia Administración Trump, busca evitar lo sucedido durante el primer mandato del republicano, cuando la delegación de la UE no tenía acceso a los funcionarios del Gobierno y solamente contaba con las gestiones de cada uno de los embajadores de los países miembros.
Hasta ahora ha impuesto a China aranceles universales de importación del 10%, mientras que ha dado a Canadá y México suspensiones de la ejecución de aranceles aún más altos. Todavía no ha apuntado directamente a la UE, pero ha calificado su política comercial de “atrocidad” y quiere que el continente compre más gasolina, automóviles y productos agrícolas estadounidenses. El principal funcionario comercial de la UE, Maroš Šefčovič, aún no se ha reunido con funcionarios de la administración Trump.
“En el pasado, la delegación de Washington ha sido acusada de fallas en materia de inteligencia”, dijo un ex diplomático comercial europeo, que prefirió permanecer en el anonimato debido a la delicadeza del asunto. El Grupo DCI podría no ser capaz de abrir puertas al más alto nivel, pero al menos podría explicar lo que realmente está sucediendo y proporcionar presentaciones a personas influyentes en el Partido Republicano, dijo esta persona.
Cuando se le preguntó si la delegación de la UE contrató a DCI Group preventivamente para lidiar con una segunda presidencia de Trump, el servicio diplomático del bloque no respondió.
No está claro durante cuánto tiempo DCI Group mantendrá el contrato con la delegación de la UE y cuánto ha pagado el servicio diplomático a la empresa de lobby por su trabajo. Cuando se formularon esas preguntas al Servicio Europeo de Acción Exterior, el servicio diplomático de la UE, respondieron: “La Delegación de la UE en los Estados Unidos utiliza distintos recursos para promover la comunicación pública en todo Estados Unidos. Actualmente, DCI está asesorando a la Delegación en materia de comunicación pública, con especial énfasis en la promoción del comercio y la inversión de la UE en los Estados Unidos”. Cuando se le preguntó, el SEAE se negó a decir si había trabajado anteriormente con DCI Group.
El grupo DCI es muy conocido en Washington. En medio de su campaña de 2016, Trump contrató a su expresidente, Jim Murphy, como su director político nacional. Desde su fundación en 1996, DCI Group también ha trabajado en nombre de la junta militar en Myanmar, de los intereses de Azerbaiyán en Estados Unidos y de industrias que abarcan desde el tabaco, las telecomunicaciones, los fondos de cobertura y las empresas de energía.
El Departamento de Justicia está investigando actualmente un amplio caso penal relacionado con el hackeo de defensores del clima, que ocurrió supuestamente a instancias de DCI Group para Exxon Mobil, uno de los principales clientes de la firma en el momento de los presuntos hackeos.
Las autoridades estadounidenses no han acusado a ninguna de las dos empresas de haber cometido algún delito y ambas han negado tener conocimiento o estar implicadas en el hackeo. “La empresa no ha sido acusada de ningún delito”, afirmó Craig Stevens, socio de DCI Group, en una declaración escrita. “Ordenamos a todos nuestros empleados y consultores que cumplan con la ley”.
Según los últimos documentos presentados por el DCI ante el Senado de Estados Unidos, la firma trabaja para el grupo EN+, un productor de aluminio que figuraba en una lista de 38 entidades rusas sancionadas por Estados Unidos en respuesta a la interferencia rusa en sus elecciones, la violencia en Ucrania, los delitos cibernéticos y por suministrar armas a Siria. Las sanciones contra el grupo EN+ se levantaron en 2019.
Entre los otros clientes de DCI Group se encontraba SCM Consulting Limited, una entidad propiedad del hombre más rico de Ucrania, Rinat Akhmetov. El oligarca fue acusado por el presidente, Volodymyr Zelensky, de organizar un golpe de Estado en Ucrania, lo que Akhmetov calificó de «mentira absoluta».
El Grupo DCI no reveló el monto del contrato en el documento público. Cuando se le pidió que comentara sobre la duración, el alcance y el precedente de un contrato de este tipo, el Grupo DCI se negó a hacer comentarios. Cuando se le preguntó cómo gestionaría la empresa los posibles conflictos de intereses con su misión de representar los intereses de la UE, DCI Group nuevamente declinó hacer comentarios.