jueves, 6 febrero 2025

¿Cómo podemos recuperar la capa antiadherente de una sartén?

La sartén antiadherente es un básico en la cocina que necesitas si quieres cocinar los mejores platos. Hacer una tortilla con precisión y sin que se pegue, saltear verduras de una forma práctica o freír un huevo perfecto, es mucho más fácil si tienes una buena sartén con la que hacerlo. ¿Pero qué ocurre cuando pierde su antiadherente? Existen formas y trucos de recuperar el servicio que te hace una sartén antiadherente. 

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EL TRUCO QUE SALVA TU SARTÉN

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Los trucos caseros han encontrado un nuevo hogar en plataformas como TikTok, donde usuarios de todo el mundo comparten soluciones ingeniosas a problemas cotidianos, consiguiendo viralizarse. Uno de los más populares en los últimos meses es el que promete recuperar el antiadherente de las sartenes dañadas. La clave está en un ingrediente que todos tenemos en casa: la sal gorda. Este método, que ha sido probado y compartido por miles de usuarios, es sencillo pero requiere seguir unos pasos precisos para obtener los mejores resultados.

El proceso comienza con una limpieza a fondo de la sartén. Lávala con jabón líquido y una esponja suave para eliminar cualquier resto de grasa o suciedad. Este paso es fundamental, ya que cualquier residuo podría interferir con la efectividad del truco. Una vez limpia, colócala a fuego fuerte durante un minuto para que se caliente bien. Este paso es crucial, ya que el calor ayuda a que la sal actúe de manera más efectiva, penetrando en las pequeñas imperfecciones de la superficie.

A continuación, cubre la superficie de la sartén con una capa uniforme de sal gorda. La sal no solo actúa como un abrasivo suave, sino que también ayuda a redistribuir el calor de manera uniforme. Déjala al fuego durante unos minutos, moviendo la sartén de vez en cuando para que la sal se distribuya y se tueste de manera homogénea. Verás cómo la sal cambia de color, adquiriendo un tono más oscuro. Este es el momento de retirar el exceso de sal con cuidado, sin frotar, y limpiar los restos con un papel de cocina húmedo.

El resultado debería ser una sartén con una superficie más lisa y menos propensa a que los alimentos se peguen. Eso sí, este truco no es milagroso: si el daño es muy severo, es posible que no funcione. Pero para aquellos casos en los que el antiadherente está empezando a fallar, puede ser una solución temporal que nos ahorre tener que comprar una sartén nueva. Además, es una excelente manera de aprovechar al máximo lo que ya tenemos, reduciendo el desperdicio y fomentando un consumo más responsable.

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