miércoles, 5 febrero 2025

Telefónica y las telecos avanzan lento en desplegar 5G rural por la ‘dejadez’ institucional

Telefónica, Masorange y Vodafone avanzan en el despliegue del 5G rural en España a pesar de que, en el fondo, ni la Unión Europea inicialmente quería subvencionar este desarrollo, ni las telecos veían rentabilidad en el esfuerzo para zonas poco comerciales, salvando las costeras que sí aportan mercado debido a la incidencia demográfica del turismo. Sin embargo, los analistas del mercado entienden que la digitalización rural con el 5G puede virar la demografía y la economía de la España vaciada, y aunque lento, merece la pena luchar porque Europa aumente los plazos para implantar el 5G previsto con sus fondos ya concedidos.

Las grandes telecos españolas avanzan de manera lenta, pero lineal, en la ejecución de las inversiones del plan UNICO Redes activas, pensado para el despliegue de la tecnología móvil 5G en la España rural. Su labor consiste en cubrir con conectividad 5G poblaciones de menos de 10.000 habitantes, con velocidades superiores a los 100 megabits por segundo.

Las tres telecos adjudicatarias argumentan que las exigencias tecnológicas de las instalaciones y la falta de equipos para realizar las labores en esas zonas ralentiza la instalación ordenada por el Ejecutivo español, con fondos europeos. Pero «tal y como está redactado el pliego de adjudicaciones de los fondos Next Generation para ejecutar ese despliegue, existe la posibilidad cierta de que se malogre el plan si el Gobierno de España no negocia con Bruselas que se amplíe el plazo, y toda esa burocracia es compleja«, nos indican los expertos consultados Nae.

Sin embargo, por muy compleja que sea, ninguna de las tres partes implicadas (Unión Europea y Ejecutivo español, los pueblos y zonas rurales y las telecos) tienen interés en que ese dinero se pierda, «aunque las tres operadoras sean a las que menos les interesados en hacer esa caja», porque aunque les hayan regalado ese despliegue, a Telefónica, Masorange y Vodafone les va a generar poco tráfico y poco valor, por densidad de población y por la competencia posterior de las OMVs locales y regionales a nivel comercial.

nadie parece ver el efecto transformador de poner 100 Megas de 5G en un pueblo de menos de 5.000 habitantes, que puede relanzar económicamente toda una comarca (nuevas industrias, centros de datos, negocios rurales, agrícolas, turismo más quirúrgico…)

No obstante, se complique o no, apetezca más o menos, hay unos objetivos y plazos de digitalización marcados por la Unión Europea que se quieren cumplirse en 2030. Sin embargo, parece que aunque «a todo el mundo le apetece creer que el desarrollo del 5G puede cambiar demográficamente un país, nadie parece creérselo de verdad. Desplegar la banda de 3,5 GHz o n78, «es el verdadero salto de capacidad, porque la banda de 700 Mhz ofrece poco más que el 4G y no hay con ella un cambio sustancial en las posibilidades de la red», nos indican.

Los consultores expertos no han visto «un salto en la celeridad de despliegue de las telecos tras recibir el dinero de las adjudicaciones públicas», y avanza de manera lenta y plana.

También han observado un impacto notable del despliegue este verano, principalmente en las localidades rurales pegadas a las playas, «porque allí hay potencial comercial, y porque en el fondo nadie parece ver el efecto transformador de poner 100 Megas de 5G en un pueblo de menos de 5.000 habitantes.», que puede transformar y relanzar económicamente toda una comarca (nuevas industrias, muchas tecnológicas, más centros de datos, desarrollo de negocios rurales agrícolas, turismo más quirúrgico…).

En la actualidad, España está en el 10º lugar en cuanto a despliegue del 5G respecto al resto de países europeos, por detrás de Italia, Francia, Bulgaria, Austria, Alemania, Holanda y, por supuesto, Finlandia que esté en primer lugar, y ocupa el puesto número 24 a nivel mundial en un listado que encabezan tres países árabes, Kubait, Emiratos y Qatar.

Telefónica y las telecos avanzan lento en desplegar 5G rural por la 'dejadez' institucional
Ranking del avance en implantación 5G por países a nivel mundial.

EL 5G QUE DA PEREZA PERO INTERESA A TODOS

El proceso de convocatoria de las ayudas para expandir el 5G rural en España fue «tumultuoso» según los expertos. La Unión Europea estuvo durante muchos años, «casi una década, negándose a subvencionar el equipamiento activo, es decir, los equipos radio que van dentro de las torres, además del pasivo (las mismas torres y otras infraestructuras)», nos explican.

Fue el ministro italiano de Innovación Tecnológica y Transición Digital en el gobierno de Mario Draghi, Vittorio Colao, el que consiguió convencer a Bruselas de que subvencionaran los equipos activos en su país, «y por ese medio ‘coló’ que se subvencionara también en España y Grecia».

En ese proceso de convencimiento se perdió mucho tiempo, hasta un año, en un concurso inicial para instalar infraestructuras solo pasivas, «que quedó desierto» y luego el operador neutro Lyntia renunció a parte de los 400 millones de euros (que servirán para financiar los equipos 5G activos) adjudicados para conectar mediante su red de fibra las torres de los operadores telecos en las zonas rurales para que llegara el 5G, porque la inversión no subvencionada resultó inasumible, y la burocracia rural no le ayudó demasiado.

Los traspiés ha retrasado todo, por lo que ahora el despliegue, que está financiado con fondos Next Generation que suman 671 millones (adjudicados en dos plazos el pasado año 2024, el primero de 508 millones y el segundo de 163 millones más), está sujeto a un plazo, como todas las subvenciones, que se cumple en un año, en febrero de 2026, tal y como ha avanzado Expansión. Si se llega al plazo, el 5G que no se haya desplegado, se queda sin desplegar y las telecos tendrán que devolver los fondos adjudicados ya en mayo del pasado año (se acaban de aprobar nuevos fondos en diciembre), y esas cantidades ya aparecen en sus cuentas de resultados.

cierta tendencia a la «dejadez de las distintas administraciones y actores implicados», como ayuntamientos que ponen dificultades o compañías eléctricas que no dan las acometidas para conectar los equipos

Del total de fondos europeos, Telefónica debe invertir en 5.071 emplazamientos 5G con los 382 millones de euros que ha recibido en las dos convocatorias, Masorange se encarga de 2.836 equipos y para ello cuenta con 202 millones de, y Vodafone tiene 1.644 instalaciones que hacer par lo que cuenta con 86 millones. Por poco atractivo que sea el mercado teleco en la España vaciada, deben realizar esas instalaciones para no tener que devolver a Europa los fondos. Son en total casi 10.000 instalaciones muy difuminadas por el territorio.

Y es ahí donde la lentitud propia de las pegas tecnológicas, los problemas de falta de equipos en zonas remotas de España y por tanto de flexibilidad de las telecos, a la que se unen sobre todo la falta de celeridad política y, según nos indican expertos consultados, cierta tendencia a la «dejadez de las distintas administraciones y actores implicados«, como ayuntamientos que ponen dificultades o compañías eléctricas que no dan las acometidas para conectar los equipos, apuntan a que o bien se renegocian los plazos en Bruselas, o las torres ya instaladas se quedan vacías de equipos dinámicos que activen el 5G y por fin «vertebren» la España vaciada.

Hasta hace unos meses los responsables de la Unión Europea no se han dado cuenta de que las telecomunicaciones y la tecnología es esencial para que Europa se fortalezca frente a otros bloques como EE.UU y el asiático. Y una de las maneras es conseguir doblegar la demografía, luchar contra la despoblación y estructurar territorio en base a sus posibilidades de conectividad de última generación. Y con el 5G real activo, es posible que esos pequeños pueblos resurjan como sí ocurre en otras latitudes, principalmente en EE.UU y en Asia.


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