lunes, 21 abril 2025

¿Sabes qué significan los números de las neveras? No indican lo que te crees

La nevera es un electrodoméstico que no puede faltar en ningún hogar. Pero a pesar de su importancia, muchos usuarios desconocen cómo aprovechar al máximo las funciones de su frigorífico, especialmente cuando se trata de ajustar el termostato. Este pequeño dial, que parece tan simple, es en realidad una herramienta que actúa como pilar para garantizar la seguridad alimentaria y optimizar el rendimiento del aparato

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CONSEJOS PARA EL AJUSTE DEL TERMOSTATO

Con unos simples consejos, puedes asegurarte de que tu aparato funcione de manera eficiente y mantenga tus alimentos en perfecto estado. El primer paso es utilizar un termómetro interno si tu frigorífico no muestra la temperatura. Colócalo en el estante central de la nevera y verifica la lectura después de unas horas. Si la temperatura está por encima de 5 °C, aumenta ligeramente la configuración del termostato y vuelve a comprobarla más tarde. Este método te permite tener un control preciso de la temperatura interna y asegurarte de que se mantiene dentro del rango recomendado.

Es importante realizar ajustes graduales y evitar cambios bruscos en la configuración del dial. Si subes o bajas el termostato de manera drástica, podrías provocar fluctuaciones de temperatura que afecten la calidad de los alimentos. En su lugar, realiza cambios pequeños y espera unas horas para que la temperatura se estabilice antes de hacer más ajustes. Este enfoque no solo es más efectivo, sino que también ayuda a prolongar la vida útil del compresor. Recuerda que la paciencia es clave: un ajuste gradual permite que el frigorífico se adapte sin forzar el sistema.

Las estaciones del año también deben influir en tu decisión sobre cómo ajustar el termostato. Durante el invierno, es posible que necesites reducir la potencia de enfriamiento debido a las bajas temperaturas ambientales. Por el contrario, en verano, es probable que debas aumentarla para contrarrestar el calor. Además, durante los cambios de estación, es recomendable monitorear la temperatura interna con más frecuencia para asegurarte de que el frigorífico está funcionando de manera óptima.

Evita colocar alimentos calientes o a temperatura ambiente directamente en el frigorífico, ya que esto puede elevar la temperatura interna y forzar al compresor a trabajar más. Deja que los alimentos se enfríen antes de guardarlos y utiliza los cajones específicos para frutas y verduras, que suelen tener controles de humedad para mantener su frescura.

El mantenimiento regular del frigorífico es esencial para garantizar su eficiencia y prolongar su vida útil. Limpiar las bobinas del condensador, verificar el sellado de las puertas y descongelar el congelador cuando sea necesario son prácticas que mejoran el rendimiento del aparato y reducen el consumo de energía. Las bobinas del condensador sucias pueden impedir la disipación adecuada del calor, lo que obliga al compresor a trabajar más y consume más energía. Utiliza un cepillo o aspiradora para limpiar estas bobinas al menos dos veces al año.

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