La Promesa vive momentos de incertidumbre y tensión, pero para María Fernández, la angustia es aún mayor. La partida de Samuel ha dejado un vacío difícil de llenar y, aunque trata de ocultarlo, no puede evitar que su tristeza se haga evidente. La joven siente que su relación con Samuel no terminó como esperaba y ahora se enfrenta al remordimiento de haber influido en su decisión. Su situación emocional la lleva a buscar consuelo, pero también la hace replantearse todo lo que ha vivido en el palacio.
Mientras tanto, las circunstancias en La Promesa se vuelven cada vez más complicadas. La crisis económica amenaza con llevar el lugar a la ruina, los conflictos internos aumentan y las decisiones de algunos personajes comienzan a generar consecuencias inesperadas. La marcha de Samuel no solo afecta a María, sino que desencadena una serie de eventos que cambiarán la dinámica del palacio para siempre.
1La situación en La Promesa se vuelve insostenible
El ambiente en La Promesa es cada vez más tenso. Los problemas económicos han hecho que los recortes sean inevitables, afectando tanto a la alimentación como al personal. La incertidumbre crece entre los trabajadores, quienes temen por su futuro en la hacienda. La administración del lugar se enfrenta a decisiones difíciles, y los sirvientes se ven obligados a adaptarse a una realidad cada vez más complicada.
En medio de esta crisis, Cruz y Lorenzo buscan una solución desesperada para evitar el colapso económico. Sin embargo, su plan genera un gran debate dentro de la familia y entre los empleados, pues no todos están dispuestos a aceptar las condiciones que proponen. La tensión crece a medida que las opciones se reducen y el tiempo corre en contra de La Promesa.