El recientemente (re)electo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sacado del cajón el látigo de los aranceles para castigar a sus objetivos de anexión (Canadá y México) y a su mayor rival geopolítico (China); y como era de esperar, el mercado del petróleo ha acusado el ‘efecto contagio’.
El incremento, eso sí, ha sido moderado por la aún vigente expectativa de una menor demanda de combustible a nivel global. Este lunes, los futuros del crudo Brent, de referencia en Europa, subieron 73 centavos, o un 0,96%, hasta los 76,40 dólares por barril, después de tocar un máximo de 77,34 dólares. Por su parte, el West Texas Intermediate, su homólogo en EEUU, se situó en 73,89 dólares por barril, con un aumento de 1,36 dólares, o un 1,88%, tras haber alcanzado previamente su nivel más alto desde el 24 de enero, a 75,18 dólares por barril.
EL PETRÓLEO, UN DAÑO COLATERAL DE LA OFENSIVA TRUMPISTA
El sábado, Trump ordenó aranceles generalizados sobre productos de México, Canadá y China, dando inicio a una guerra comercial que podría afectar el crecimiento global y reavivar la inflación.
Los productos energéticos de Canadá tendrán solo un arancel del 10%, pero las importaciones de energía de México estarán sujetas al 25% completo, según funcionarios de la Casa Blanca citados por Reuters.
Esta misma agencia también refleja la postura del analista de Barclays Amarpreet Singh: «La postura relativamente flexible respecto a las importaciones energéticas canadienses probablemente responde a la cautela», señaló en un informe.
«LOS ARANCELES podrían incluso ser contraproducentes para uno de los principales objetivos del presidente: reducir los costos de la energía»
Amarpreet Singh, analista de Barclays
«Los aranceles sobre las importaciones energéticas de Canadá probablemente serían más disruptivos para los mercados energéticos nacionales que los de México y podrían incluso ser contraproducentes para uno de los principales objetivos del presidente: reducir los costos de la energía», concluye Singh.
Los analistas de Goldman Sachs, pese a todo, esperan que los aranceles tengan un impacto limitado a corto plazo en los precios globales del petróleo y el gas.
Canadá y México son las principales fuentes de importación de crudo para EEUU, representando en conjunto aproximadamente una cuarta parte del petróleo que las refinerías estadounidenses procesan para obtener combustibles como gasolina y diésel, según el Departamento de Energía de EEUU.
Los aranceles, por otra parte, aumentarán los costos del crudo más pesado que necesitan las refinerías estadounidenses para una producción óptima, lo que reducirá su rentabilidad y podría forzar recortes en la producción, según fuentes de la industria consultadas por Reuters.
Los futuros de la gasolina en EEUU subieron un 2,66%, hasta los 2,1136 dólares por galón, tras haber alcanzado previamente los 2,162 dólares, el nivel más alto desde el 16 de enero.
la OPEP+ afronta una mayor presión por parte de Donald Trump para revertir los recortes de producción de petróleo
Los aranceles impulsarán los precios del petróleo a corto plazo debido a los riesgos de interrupción del suministro, especialmente en los grados más pesados, señaló a Reuters Saul Kavonic, analista energético de MST Marquee.
Sin embargo, los precios del petróleo podrían caer más allá del próximo trimestre, ya que los aranceles empeorarían aún más las perspectivas de demanda y porque la OPEP+ enfrenta una mayor presión por parte de Trump para revertir los recortes de producción, agregó.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y su ‘círculo exterior’, un grupo conocido como OPEP+, probablemente no modificará sus planes actuales de aumentar gradualmente la producción cuando se reúna el lunes, según dijeron delegados del bloque productor a Reuters, a pesar de la presión de Trump.