El cocido montañés es mucho más que un simple plato de cuchara; más bien, es una auténtica joya gastronómica de la gastronomía cantábrica. De los Valles Pasiegos y las zonas montañosas de Cantabria desde hace siglos, ha sido el plato de los campesinos y ganaderos, para darles las vitaminas que necesitaban contundencia, frente a bajas temperaturas invernales y a su duro trabajo diario.
La primera referencia escrita del cocido montañés se remonta al siglo XIX, pero es mucho más antiguo en la cocina, siendo los cantábricos consumidores habituales de productos locales, que utilizaban para crear comidas energéticas y saludables desde los tiempos remotos. Actualmente, pertenece al manifiesto de platos “famosos” en toda la región, y puede ser encontrado en restaurantes y hogares, especialmente en los meses más fríos.
7Sofrito, el secreto del sabor
En una sartén grande, calienta aceite de oliva y agrega el ajo cortado en láminas hasta que se dore, añade pimentón ahumado, junto con los demás ingredientes que le darán sabor y retira el fuego. Vierte el sofrito en la olla donde estás cocinando la base del cocido montañés (alubias blancas y carnes) y cocina por otros 30 minutos a fuego lento.