Donald Trump no deja títere con cabeza: ultimátums a Canadá, México, Colombia, Groenlandia… y sí, también se atreve con los dueños del crudo. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), ya atribulada en los últimos tiempos por un sinfín de turbulencias externas y disensiones internas, ha encontrado otro clavo en el zapato en el mandatario estadounidense, empeñado en que el cártel reduzca el precio del ‘oro negro’.
EL CONTEXTO DEL PETRÓLEO
La última gran decisión de Joe Biden antes de dejar paso a Trump en el Despacho Oval fue la imposición de nuevas sanciones a Rusia, medida que ha revolucionado el precio del petróleo y sus perspectivas de futuro. Eso y la llegada del frío en el hemisferio norte han terminado de darle la vuelta a la tortilla del crudo, hasta hace poco envuelto en una interminable tendencia bajista.
El petróleo Brent se salió de carril hace dos semanas, rebasando la barrera de los 80 dólares por barril y poniéndose en máximos de cuatro meses. Desde entonces, el mercado se ha calmado, estabilizándose en el entorno de los 78 dólares, pero el cambio de paradigma ha sido evidente, hasta el punto que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) se ha visto obligada a revisar su vaticinio de un mercado de crudo inundado para el año que acabamos de iniciar.
En su boletín de enero, la Agencia indica que la demanda mundial de petróleo en el cuarto trimestre de 2024 alcanzó 1,5 millones de barriles diarios (mb/d), el nivel más alto desde finales de 2023 y 260.000 barriles diarios por encima del pronóstico anterior. La AIE estima ahora que el crecimiento anual de la demanda mundial de petróleo en 2024 fue de 940.000 barriles al día, por encima de los 840.000 de la anterior previsión. En cuanto a la oferta, la agencia calcula que el suministro mundial de petróleo aumentará en 1,8 mb/d en 2025 hasta un promedio de 104,7 mb/d, en comparación con un aumento de 660.000 barriles diarios en 2024.
TRUMP: «DEJEN DE GANAR TANTO DINERO»
Este panorama se presentaba prometedor para la OPEP; hasta que Trump entró en escena, claro. El magnate ha hecho pública su intención de apretar al cártel lo que haga falta para que el petróleo vuelva a las rebajas.
«Una forma de detenerlo rápidamente es que la OPEP deje de ganar tanto dinero y baje el precio del petróleo… Esa guerra [entre Rusia y Ucrania] terminará de inmediato», dijo Trump en declaraciones recogidas por Reuters.
La tesis de Trump es que un crudo más barato perjudicaría las finanzas de Rusia, rica en petróleo, y ayudaría a poner fin a la guerra en Ucrania. Según la información facilitada por Reuters, la OPEP+, formada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y su ‘círculo exterior’, liderado por Rusia, no ha reaccionado aún a las palabras del presidente de EEUU, más allá de remitirse al ya establecido plan para comenzar a aumentar la producción de petróleo a partir de abril.
EL CONFLICTO CON COLOMBIA
El ‘recadito’ a la OPEP no ha sido el único temblor que el seísmo Trump ha propinado al mercado del petróleo. Este lunes, los precios del crudo volvieron a subir, aún agitados a pesar de que Estados Unidos retiró su amenaza inicial de imponer sanciones a Colombia, reduciendo la preocupación inmediata sobre interrupciones en el suministro de petróleo.
Los futuros del crudo Brent subieron 38 centavos, o un 0,5%, hasta los 78,88 dólares por barril. Por su parte, el estadounidense West Texas Intermediate (WTI) se ubicó en 75,01 dólares, con un alza de 35 centavos, o un 0,5%.
Washington revirtió rápidamente sus planes de imponer sanciones y aranceles a Colombia después de que el país sudamericano acordara aceptar migrantes deportados desde EEUU, según informó la Casa Blanca el domingo por la noche.
«Trump hará presión a quien sea necesario para conseguir lo que quiere»
Bjarne Schieldrop, analista jefe de materias primas en SEB
Bjarne Schieldrop, analista jefe de materias primas en el grupo bancario sueco SEB, ha comentado en declaraciones a Reuters que «incluso si las sanciones no se llevaron a cabo, esto todavía genera nerviosismo porque Trump hará presión a quien sea necesario para conseguir lo que quiere».
Trump también ha amenazado con imponer impuestos, aranceles y sanciones a Rusia «y a otros países participantes» si no se llega pronto a un acuerdo para poner fin a la guerra en Ucrania. El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el viernes que él y Trump deberían reunirse para hablar sobre la guerra en Ucrania y los precios de la energía.
«Se están posicionando para negociaciones», ha dicho a Reuters John Driscoll, de la consultora JTD Energy, con sede en Singapur, agregando que esto genera «volatilidad» en los mercados petroleros. Driscoll añadió que los mercados petroleros probablemente están algo inclinados a la baja, con Trump buscando aumentar la producción estadounidense y asegurar mercados extranjeros para el crudo de EEUU.
EL IMPACTO DE LAS SANCIONES
El gran vuelco al mercado de petróleo llegó a mediados de enero, cuando el Departamento del Tesoro de EEUU impuso sanciones más amplias sobre el crudo ruso.
Las nuevas sanciones incluyeron a los productores Gazprom y Surgutneftegas, así como a 183 embarcaciones que han transportado petróleo extraído en Rusia. El objetivo de estas medidas es cortar las vías de financiación con las que cuenta Moscú para sufragar el esfuerzo de guerra en Ucrania.
Analistas de Goldman Sachs señalaron que no esperan un impacto significativo en la producción rusa, ya que el aumento en las tarifas de transporte ha incentivado a buques no sancionados a mover petróleo ruso, mientras que el creciente descuento del crudo ruso ESPO atrae a compradores sensibles a los precios.
Aun así, analistas de JP Morgan dijeron que algún nivel de prima de riesgo está justificado, dado que casi el 20% de la flota global de buques Aframax enfrenta actualmente sanciones. «La aplicación de sanciones al sector energético ruso como herramienta de negociación futura podría ir en cualquier dirección, lo que indica que no es apropiado asumir una prima de riesgo cero», añadieron en una nota.
Por otra parte, los datos de manufactura de China publicados el lunes fueron más débiles de lo esperado, lo que añadió nuevas preocupaciones sobre la demanda de energía.