Las nuevas reglas de la Dirección General de Tráfico (DGT), han logrado encaminar a la ciudad de Madrid hacia un futuro ecoamigable. Bajo el enfoque de respetar el medio ambiente, y reducir excesiva emisión de gases tóxicos, la DGT emitió una nueva serie de restricciones que prohíbe la circulación vehicular de aquellos coches que no porten con el distintivo ambiental. Esta etiqueta, es el certificado de que los conductores van al volante sin contaminar la calidad del aire.
Con estas nuevas restricciones de tráfico temporal en esta amplia metrópolis, la DGT busca una mejor coexistencia entre la forma en que nos transportamos, y cómo nuestro planeta se puede ver impactado por la huella que el hombre ha dejado a lo largo de los años. Las medidas que son aplicadas en Madrid, fueron diseñadas para ser equilibradas y evitar afectar el desplazamiento libre de aquellas personas que necesitan de su coche para movilizarse durante su rutina diaria.
5LOS DESAFÍO DE APLICAR ESTAS NORMAS

Uno de los desafíos que enfrenta la DGT en las ZBE en España, para implementar y hacer cumplir estas medidas, es el poco respeto que puede enfrentar el personal de los puntos de control de tráfico. Algunos conductores han entrado en pánico al verse negados a circular por estas áreas, por no cumplir con los estándares que respeten el medio ambiente. Es clave, que la población se mantenga informada sobre las nuevas medidas, y tomen conciencia sobre sus acciones y el impacto que puedan generar en el bienestar de todos.
Es importante generar conciencia entre los conductores, y que sepan que cada acción, por más pequeña que sea, puede afectar o beneficiar el planeta tierra. Mientras tanto, la UE sigue modificando y adaptando nuevas leyes que logren una mayor presión, reducir la contaminación del medio ambiente y mejorar, en lo posible, la calidad del aire que todos merecemos respirar. Así mismo, es fundamental que cuidemos desde hoy nuestro planeta, para que las generaciones venideras cuenten con un lugar libre de agentes contaminantes.
Con estas medidas, se espera que la neutralidad del carbono en el aire sea una realidad para el 2050. Mediante el esfuerzo conjunto de las autoridades españolas y la conciencia colectiva, se podrá asegurar una mejor calidad en la salud pública, al reducirse los factores que promueven enfermedades respiratorias en la población en general.