Abrir y limpiar almejas, navajas, berberechos, coquinas, ostras o cualquier molusco requiere de un truco o una técnica para no dejarnos un dedo o la mano en ello. Los moluscos, percebes, navajuelas y muchas otras criaturas marinas más son exquisitas y se han enraizado ampliamente en nuestra comida.
No importa si las cocinas a la parrilla, al horno, en mantequilla, al limón, a la provenzal, en crema o al curry, son una auténtica delicia que muchos saborean en su forma más sencilla o como acompañamiento de otras preparaciones.
4La técnica convencional es enjuagarlas con agua y sal
La manera habitual de limpiar los moluscos consiste en emplear una solución de agua y sal. Este procedimiento posibilita que los moluscos eliminen la arena que contienen en su interior. A continuación, te detallamos la forma de hacerlo paso a paso:
- Limpia los moluscos: el primer paso es limpiar los moluscos con agua fría. Es aconsejable emplear agua embotellada para prevenir la contaminación de los moluscos por cloro o cal.
- Examina bien los moluscos: elimina los moluscos que estén abiertos o que floten, debido a que no están aptos para ser ingeridos.
- Haz la mezcla de agua y sal: añade 35 gramos de sal en cada litro de agua potable. La sal común se disolverá más fácilmente, aunque puedes optar por la sal más gruesa si así lo deseas.
- Sumerge los moluscos: pon los moluscos en un recipiente con agua y sal, luego déjalas en remojo durante 1 hora en la nevera. Este paso resulta esencial para que los moluscos suelten la arena por sí mismos, la cual se asentará en el fondo del recipiente.
- Enjuaga una vez más: luego de dejarlas en remojo, vuelve a lavar los moluscos con agua fría. ¡Ya están listas para la preparación!
Extra consejo: si te das cuenta de que los moluscos tienen demasiado arena, reemplaza el agua y realiza todo el proceso nuevamente.