El consumo de alcohol al volante sigue siendo uno de los mayores problemas en las carreteras españolas. Las autoridades están cada vez más comprometidas con la seguridad vial y buscan métodos más efectivos para detectar a los conductores que circulan bajo los efectos del alcohol. Según datos recientes, la DGT tiene previsto superar los seis millones de controles de alcohol al año, utilizando tecnologías innovadoras para mejorar los resultados. Entre estas, destaca una prueba que permite identificar a los conductores que han bebido sin necesidad de que soplen en un alcoholímetro tradicional.
1La prueba de alcohol pasiva: ¿cómo funciona?
Una de las mayores novedades introducidas por la DGT es la prueba de alcohol pasiva, un método que no requiere que el conductor sople en el dispositivo para detectar si ha consumido alcohol. Este procedimiento se realiza acercando un alcoholímetro a la boca del conductor mientras responde preguntas o habla con el agente. Si el aparato detecta la presencia de alcohol en el aire exhalado, se activa un proceso para confirmar el nivel de alcohol mediante otras pruebas más detalladas.