¿Tenías conocimiento de que existe un antiguo tratado entre Francia y España, aun en vigencia, por más de seis siglos y que se sigue cumpliendo de maneta rigurosa? Es un hecho que resulta de no creerse, pero es verdad. Todos años, como resultado de la aplicación de este tratado, antiquísimo y peculiar, una población francesa le debe entregar a una población española tres vacas.
Este tratado, llamado, como no podía ser de otra manera, del Tributo de las Tres Vacas, ha trascendido no solo al tiempo y a la historia, sino que se ha convertido en un hito de costumbre arraigada, colaboración y mantenimiento de la armonía entre poblaciones fronterizas. Aquí te revelamos la crónica completa junto con la razón de su continua importancia en la actualidad.
6Lo destacable de la condición de las tres vacas
Es cierto que, visto de lejos, se trata de un sencillo intercambio, pero el Tratado de las Tres Vacas está lleno de otros significados, que pueden ser a la vez profundos y enigmáticos. Además, prueba la habilidad que han tenido las distintas culturas para hacer frente a los desafíos que les imponen las condiciones de vida, la necesidad de unirse y de comunicarse por el bien común.
En una sociedad en la que muy poco se cumplen los pactos, incluso los globales, el cumplimiento del Tratado de las Tres Vacas impone necesariamente hacernos una reflexión sobre la importancia de lo que supone encontrar las cosas que tenemos en común y minimizar las diferencias, en aras de alcanzar los mejores resultados para las comunidades, valorando las necesidades mutuas y respetando al prójimo. Otro elemento destacable es la adaptación de este hecho cultural e histórico a la actualidad.