Máxima preocupación por la reina Sofía, cuya situación personal y emocional ha captado la atención de su entorno y de quienes siguen de cerca la vida de la Familia Real. La emérita ha vivido unas Navidades marcadas por la soledad, refugiándose en su apartamento de Zarzuela con la única compañía de su hermana Irene de Grecia. Ambas han pasado juntas las fechas más señaladas, en un ambiente discreto y alejado del bullicio que caracterizó otros años. No es un secreto que la reina Sofía atraviesa un momento complicado, y aunque intenta mantener su habitual dignidad y estoicismo, las circunstancias han hecho mella en ella. La ausencia de sus hijos y nietos durante las celebraciones ha sido especialmente dolorosa.
2¿Cómo se encuentra la reina Sofía?
Por otro lado, existen versiones encontradas sobre las rutinas diarias de la reina Sofía y su relación con el resto de la familia. Mientras que algunos señalan que sus hijos no mantienen una conexión constante con ella, otros apuntan que hay momentos de cercanía, especialmente con la infanta Elena. Según la periodista Paloma Barrientos, Elena visita con frecuencia Zarzuela para montar a caballo y desayunar con su madre siempre que las circunstancias lo permiten. También se ha mencionado que el rey Felipe y la reina Sofía asisten regularmente a misa en la capilla de Zarzuela cuando no hay compromisos oficiales que lo impidan. No obstante, estas interacciones no parecen ser suficientes para llenar el vacío que siente la reina emérita en su vida cotidiana.
Las Navidades de 2024 dejaron en evidencia una vez más la desconexión emocional y física que separa a la reina Sofía de la rama principal de la Familia Real. Mientras el rey Felipe y la reina Letizia disfrutaron del tradicional roscón de Reyes en casa de Jesús Ortiz, padre de Letizia, junto a otros miembros de la familia Ortiz Rocasolano, Sofía permanecía en Zarzuela, apartada de estas celebraciones. Esta imagen contrasta con la estampa de unidad y cariño que se vive en el entorno de Letizia, algo que parece haberse convertido en una constante en los últimos años.
En cuanto a los eventos recientes que involucran al rey Juan Carlos, la multitudinaria fiesta celebrada en Abu Dabi por su 86 cumpleaños ha sido uno de los episodios que más ha afectado emocionalmente a la reina Sofía. Ver cómo sus hijas y nietos se unían a la celebración del emérito mientras ella permanecía en España ha sido un duro golpe. Los fastuosos festejos, que incluyeron espectáculos con drones y luces, reflejaron el apoyo público al monarca, pero dejaron a Sofía en una posición secundaria y solitaria.
A pesar de todo, la reina emérita sigue cumpliendo con sus compromisos oficiales, manteniendo una imagen de serenidad y profesionalismo que ha sido su sello distintivo a lo largo de los años. En público, no hay gestos de debilidad ni señales de tristeza, pero quienes la conocen bien aseguran que el desgaste emocional es evidente en privado. Sofía enfrenta esta etapa de su vida con el estoicismo que siempre ha caracterizado a su figura, pero las circunstancias actuales la han sumido en una tristeza que preocupa profundamente a su entorno.