¿Seguro que alguna vez te habrás preguntado la razón por la cual las novias lanzan su ramo de flores después de celebrada su boda? Si bien actualmente es concebido como un acto de emoción y alegría, la base de esta tradición es histórica y se originó durante la Edad Media en Europa.
Esta práctica curiosa de arrojar el ramo de flores luego de celebrarse una boda surgió como un símbolo que pretendía darle protección a la novia, así como desearles mucha suerte a los asistentes a la ceremonia. Con el paso de los siglos, la costumbre se ha convertido en un rito esencial en la celebración de todas las bodas en accidente.
1Arrojar el ramo de la novia durante la Edad Media
En la época medieval, la unión matrimonial no representaba únicamente una unión de dos personas que se amaban, porque también era una celebración que tenía evocaciones espirituales y sociales de mucha importancia. Durante aquella época, las personas creían que llegar a tener algo que había portado una novia iba a atraerle buena suerte. Por eso, los asistentes solían intentar llevarse un trozo de la vestimenta de la novia o su ligón como talismán.
No obstante, este fervor podría desbordarse, provocando que las novias exploraran soluciones para resguardar sus vestidos. De esta manera surgió la tradición de arrojar la liga a los presentes. A futuro, el hábito fue transformándose en otra cosa: el ramo de flores en la mano de la novia.
Fue un cambio bastante creativo, porque el ramo de flores de la novia tiene un simbolismo mucho más intenso y le permite a la novia poder compartir su alegría y la suerte que había tenido al casarse, de una manera respetuosa y sofisticada con sus invitados.