martes, 22 abril 2025

Baterías LFP: Una Solución Sustancial para el Futuro de la Transición Energética

Europa están atravesando una revolución energética, impulsada por tecnologías sostenibles, alejándose de los combustibles fósiles tradicionales. Una de las tecnologías clave en este cambio hacia el uso de energías limpias y renovables son las baterías LFP (Lithium Ferrum Phosphate, litio-ferrofosfato).

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Una Mirada a la Tecnología de Baterías LFP

El almacenamiento de energía ha sido siempre el talón de Aquiles de las redes energéticas que utilizan fuentes de energía renovables como la solar, eólica y mareomotriz. Es relativamente sencillo generar electricidad con paneles fotovoltaicos o turbinas eólicas, pero las fuentes de energía naturales son intermitentes. En cuanto el sol deja de brillar o el viento disminuye, el flujo de energía se detiene. Una central eléctrica tradicional de carbón puede generar energía bajo demanda, las 24 horas del día, simplemente quemando más combustible.

Los fabricantes de vehículos eléctricos también enfrentan un problema similar, es fácil llenar el tanque de combustible de un automóvil con diésel o gasolina, pero es mucho más complicado idear una solución segura y rentable de almacenamiento energético a base de baterías. Los recientes avances en las tecnologías de baterías ofrecen soluciones innovadoras de almacenamiento de energía tanto para la nueva generación de vehículos eléctricos como para redes energéticas híbridas.

Baterías LFP vs Baterías NMC y NCA

No haremos un análisis científico detallado de las tecnologías de baterías en este artículo, pero sí debemos entender lo básico; todas las baterías tienen un ánodo y un cátodo. Las baterías LFP utilizan fosfato de hierro litio (LiFePO4) como material de cátodo y un electrodo de carbono grafítico con respaldo metálico como ánodo. Las baterías LFP están emergiendo rápidamente como una alternativa ecológica a las baterías NMC que utilizan óxidos de níquel, manganeso y cobalto, y a las baterías NCA que emplean níquel, cobalto y aluminio.

Una ventaja significativa de las baterías LFP es que los materiales básicos (hierro y fosfato) son abundantes en la corteza terrestre y son fáciles de extraer. No contienen níquel ni cobalto, que son materiales escasos y considerablemente más caros. Aunque las baterías NMC y NCA actualmente ofrecen algunas ventajas de rendimiento sobre las baterías LFP, estas no pueden competir en términos de costo, longevidad y seguridad (resistencia al fuego y baja toxicidad).

El Mercado Emergente de Baterías LFP en Europa

Se predice que el mercado europeo de baterías LFP crecerá exponencialmente en la próxima década. Los analistas de Mordor Intelligence anticipan que para 2029 el mercado alcanzará un valor de 4.29 mil millones de dólares, lo que representará una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 16.8%. Incluso según los estándares del sector de alta tecnología, esta es una tasa de crecimiento impresionante. La población de la UE está alcanzando los 450 millones de habitantes (sin incluir al Reino Unido, Suiza y Noruega, ni diversos mercados periféricos que son socios comerciales cercanos de la UE). A medida que el continente avanza hacia la energía limpia y los vehículos eléctricos, los principales fabricantes de baterías LFP prevén una demanda sostenida a largo plazo.

Citando a Isaac Chan, socio de la casa automotriz de Roland Berger: “Los fabricantes de equipos originales (OEM) automotrices están aumentando su uso de LFP para mejorar la competitividad económica de los vehículos eléctricos. Por ejemplo, en Europa, la cuota de LFP en las baterías de litio se duplicará y alcanzará el 35% para 2030”.

La Expansión de la Base de Fabricación de Baterías LFP en Europa

ICL Group (NYSE: ICL) (TASE: ICL) es una empresa global líder en minerales especializados y uno de los diez mayores fabricantes de fertilizantes del mundo. La compañía tiene acceso a grandes reservas de fosfatos y es experta en la extracción, fabricación y reciclaje sostenible de fosfatos para aplicaciones industriales y agrícolas, incluidas las baterías LFP.

ICL Group está construyendo actualmente una nueva planta de fabricación de materiales para baterías LFP en los Estados Unidos, con una inversión de 400 millones de dólares. Esta instalación de alta tecnología se encuentra en St. Louis, Missouri, y está parcialmente financiada por el gobierno de EE. UU, esto instaurará a ICL Group como un jugador clave en la cadena de suministro para la fabricación de vehículos eléctricos en EE. UU.

ICL Group también está ampliando sus operaciones de fabricación para el mercado europeo con el desarrollo de una planta de material activo de cátodo de fosfato de hierro litio (LFP) en España. Las nuevas instalaciones se construirán en el sitio existente de ICL Group en Sallent, a solo 100 kilómetros del Puerto de Barcelona, un importante centro de transporte y de distribución internacional.

Esta nueva empresa en Europa será parte de una alianza estratégica con Shenzhen Dynanonic Co., Ltd, que aprovechará la considerable experiencia de Dynanonic en la producción de baterías LFP y utilizará la experiencia de ICL en la producción de fosfatos especializados.

La inversión inicial será de 285 millones de euros para el desarrollo de la planta de Sallent, lo que representa un importante avance en el lucrativo mercado europeo de baterías LFP. Se prevé que (sujeto a pequeñas modificaciones) la participación de ICL en la empresa conjunta represente el 80%.

Una indicación Positiva para el Futuro de la Energía Verde

El compromiso a largo plazo, respaldado por una importante inversión financiera, de dos empresas globales en el mercado europeo de baterías LFP es un desarrollo positivo para el futuro de la energía verde y la protección del medio ambiente en todo el continente. ICL, en particular, tiene un historial de inversiones y adquisiciones exitosas en las últimas tres décadas, incluyendo su planta minera Boulby en el Reino Unido, la planta Danakil en Etiopía y varias plantas de producción en los EE. UU.

El nuevo sitio en Sallent se diseñará para alinearse con el compromiso de ICL Group de lograr la neutralidad en carbono para 2050 y aprovechará la experiencia global de la compañía en regeneración ambiental y protección de ecosistemas. La empresa conjunta ICL-Dynanonic representa una importante inversión en soluciones energéticas sostenibles para el mercado europeo.


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