Las placas de cocción vitrocerámica o de inducción son una alternativa fabulosa a los convencionales quemadores a gas. No solo lucen más contemporáneas y elegantes en la cocina, sino que también destacan por su practicidad y facilidad de manejo. No obstante, al igual que cualquier máquina eléctrica, necesitan ser atendidos adecuadamente para conservar su apariencia impecable.
La aparición de rasguños en la capa exterior de la vitrocerámica es una inquietud usual, aunque suele ocurrir con el paso del tiempo por el uso constante, no hay razón para alarmarse. Con este sencillo truco, lograrás restaurar la apariencia inicial de tu placa vitrocerámica sin necesidad de comprar artículos caros o salir de casa.
5Incorporar vinagre blanco para impulsar la reacción
Para mejorar aún más la limpieza, añade algunas gotas de vinagre blanco al bicarbonato de sodio. Este proceso desencadenará una reacción química que producirá una burbujeante mezcla. Esta burbujeante solución eliminará con eficacia cualquier residuo visible de suciedad, lo que potenciará la efectividad del procedimiento.
Permite reposar la combinación por un breve lapso. Después, utiliza un trapo delicado para quitar los restos y deja que la superficie de la vitrocerámica se seque por completo.