En España, el control de tránsito es un momento que muchos conductores temen por el impacto que ese llamado de alerta, pueda implicar en su estatus con La Dirección General de Tráfico (DGT). Los controles vehiculares son operativos que se realizan comúnmente en ciudades y carreteras, todo con el objetivo de garantizar una mejor coexistencia entre dueños de carros, peatones y ciclistas. En sí, esta rutina incluye la verificación de velocidad, si la persona que maneja, se encuentra bajo los efectos de sustancias prohibidas, o situaciones similares.
Lo importante de todo esto, es asumir, con responsabilidad y madurez, las implicaciones de nuestras acciones. Pero, lo más recomendable al ser retenido por un control de tránsito, es responder de forma correcta a una pregunta inicial, que puede condenarte desde el primer momento. Esta pregunta, que puede venir acompañada de muchas más, es un momento clave donde tu inocencia, ante el desconocimiento de ciertas normas, puede librarte de una situación que genere serias consecuencias.
LA RESPUESTA QUE TE CONDENA EN UN CONTROL DE TRÁNSITO
Muchos conductores comenten el error durante un control de tránsito, de responder, de forma errónea, a la pregunta rutinaria que puede condenarte de salida: ¿Sabe usted por qué lo retuve? Con «Sí», estarías afirmando, que a pesar de conocer la norma, sabías que estabas incurriendo una infracción. Responder de forma afirmativa, resulta muy perjudicial en cuanto a las medidas que puede tomar el personal de tráfico contigo, porque prácticamente estarías aceptando abiertamente que eres culpable de cometer cualquier infracción.
Por tanto, es recomendable responder con un simple «No oficial, no tengo ni idea», esta estrategia, aunque parezca extremadamente fácil y sencilla, puede ser eficaz para el reconocimiento de una infracción sobre las leyes establecidas de tráfico. Además de darte una ventaja táctica para responder a otras preguntas, también te protegerás de realizar una confesión accidental de culpabilidad, y ya aquí, no entraría el desconocimiento de la norma, porque ya habrías afirmado de que estaba en la conciencia plena de que cometías una infracción de tráfico.
MANTENER LA CALMA DURANTE UN CONTROL DE TRÁNSITO ES IMPORTANTE
Controlar las emociones durante una inspección de tráfico, es sumamente clave para evitar que el registro lleve más tiempo. Normalmente, el personal que se encarga de ejecutar estos controles, evalúan varios aspectos en el chofer, desde la forma en la que estaciona el carro para ser requisado, el estado de ánimo y los signos físicos, todo lo que pueda reflejar al momento de verse enfrentado con una situación de requisa.
Responder de forma desmesurada o de mala gana, ya te sumarían puntos extras para que la policía de tráfico se tarde aún más contigo. La sudoración excesiva durante momentos de tensión también implican signos de nerviosismos, mira que he visto a más de uno llevarse una revisión más profunda de su coche por no saber controlarse durante estas situaciones.
Si no tienes nada que temer, con un simple «No tengo ni idea oficial», en tono amable y de respeto, te abrirá un canal de comunicación más abierta, donde se te informará sobre las posibles infracciones que estés cometiendo. Esta respuesta te dará tregua de tiempo para reaccionar de mejor manera ante un control de tránsito, que puede doblar su tiempo de ejecución, si no se actúa de forma adecuada ni acorde a la seriedad que estos operativos ameritan.