No hay tregua para el príncipe Harry y Meghan Markle. En una nueva publicación de la revista estadounidense Vanity Fair, un extenso artículo firmado por la periodista Anna Peele desglosa las luces y sombras de la vida de los duques de Sussex, arrojando luz sobre su compleja convivencia en la exclusiva comunidad de Montecito y su polémico rol en la esfera pública. Según recoge la publicación, las críticas hacia el matrimonio han llegado incluso desde su círculo más cercano y sus propios vecinos, quienes los describen como «pretenciosos y falsos», calificativos que no hacen más que añadir combustible a la ya encendida controversia que rodea a esta pareja desde que decidieron apartarse de la primera línea de la familia real británica.
1¿Qué ha pasado en el hogar del príncipe Harry?
En Montecito, una de las comunidades más exclusivas de California, donde residen estrellas de Hollywood y empresarios de alto perfil, Harry y Meghan no han pasado desapercibidos. Su presencia ha sido tan notable que algunos habitantes locales los culpan de provocar una inflación en los precios de las viviendas, al tiempo que critican los inconvenientes que generan debido a la atención mediática constante. Según uno de los testimonios recogidos, los vecinos han llegado a apodarlos «el príncipe y la vedette», un mote que refleja la percepción general de que la pareja busca constantemente la atención pública, a pesar de su aparente deseo de mantener un perfil bajo.
A pesar de las críticas que los rodean, fuentes cercanas al matrimonio aseguran que Harry y Meghan atraviesan un dulce momento a nivel personal. Se describen como una pareja «muy enamorada», aunque no logran escapar de los constantes rumores de distanciamiento y separación. Estos rumores han llegado a tal punto que una editorial propuso a Meghan la escritura de un libro sobre un hipotético divorcio, oferta que fue rechazada de inmediato, aunque, según los rumores, no se descarta que en el futuro reevalúen la idea. La publicación también recoge testimonios que destacan la fuerte influencia de Meghan sobre Harry, sugiriendo que la duquesa no solo es su esposa, sino también una especie de asistente y facilitadora de su vida profesional y personal. Este rol, según las fuentes, habría cambiado radicalmente al príncipe, quien en el pasado mostraba una actitud más abierta hacia los medios de comunicación y su entorno.
Uno de los aspectos más polémicos del artículo gira en torno a las declaraciones de antiguos empleados de los duques, quienes describen experiencias laborales cargadas de tensión y estrés. Según un excolaborador del pódcast que la pareja producía para Spotify, trabajar con Meghan Markle era como «un infierno». Este empleado asegura que, tras un período de trabajo intenso, necesitó acudir a terapia para recuperarse, hasta que finalmente decidió dejar su puesto. Las acusaciones no son nuevas, ya que en varias ocasiones se ha señalado a Meghan como una jefa exigente y difícil, algo que también han corroborado antiguos empleados del Palacio de Kensington. Sin embargo, el artículo de Vanity Fair va más allá al añadir que el propio Harry tampoco es fácil de manejar en un entorno profesional. Según un excolaborador de Spotify, la pareja tenía grandes ambiciones al crear su pódcast, pero carecían de ideas claras sobre cómo ejecutarlo, lo que complicaba enormemente el trabajo del equipo a su cargo.
El texto también toca uno de los temas más delicados en torno a la pareja: su vida profesional y sus intentos de posicionarse como figuras influyentes fuera de la familia real. Según el artículo, aunque Harry y Meghan han intentado proyectar una imagen de líderes comprometidos con el cambio social, su trabajo muchas veces no está a la altura de lo que predican. Incluso se señala que el príncipe preferiría dedicarse exclusivamente a sus organizaciones benéficas, dejando en manos de Meghan el peso de generar ingresos para mantener su lujoso estilo de vida.
