domingo, 26 enero 2025

STC ya tenía el poder cuando se decidió destituir a Álvarez-Pallete, y podría comprar más acciones de Telefónica

La teleco Saudí Telecom (STC) ya tenía el poder para participar en la destitución de Álvarez-Pallete y cambiar o colocar en la presidencia de Telefónica a Marc Murtra el pasado viernes 17 de enero, y podría comprar más acciones de la compañía española en el futuro. STC no ha esperado a cumplir el plazo de seis meses para una vez conseguida la autorización de Gobierno español para alcanzar su 9,97% de participación en Telefónica. Al contrario, apenas quince días después de comenzar el año, ya habían finalizado la operación de conversión en títulos el 5% de derivados financieros. Convertidos en el tercer accionista mayoritario de la compañía, decidieron junto a la Sepi y Criteria que Murtra ocupara la presidencia.

Tal y como aseguraba a MERCA2 la autoridad reguladora de Luxemburgo, la compañía registrada en el ducado en el verano de 2023 con el fin de servir de vehículo para hacerse con la participación en Telefónica, la Luxco (doble estructura luxemburguesa) Green Bridge Investment Company, no precisaba de autorización ni permiso alguno para convertir el 5% de derivados financieros en títulos válidos que se sumarían al 4,9% de acciones.

en el escrito publicado en la SEC estadounidense confirman que van a buscar la entrada en el consejo de administración de Telefónica

Superar el 6,7% del total de las acciones, debido a la composición del consejo en 15 miembros, le permitiría a STC pedir un puesto en el consejo de administración de la operadora. Para este cometido, diversas fuentes consultadas señalan como titular el jefe de operaciones especiales de la empresa saudí, el español José del Valle, ex directivo también de Telefónica durante 15 años.

STC obtuvo el permiso del Gobierno de España para alcanzar todo su potencial accionarial el 28 de noviembre de 2024, y tenía hasta el 28 de mayo de 2025 para confirmar la totalidad de su participación. Esta autorización se produjo, tal y como ha reconocido la Ministra de Defensa, Margarita Robles, porque «se firmó un acuerdo, un acuerdo que se asumió y que fue uno de los compromisos para que el Consejo de Ministros diera la autorización para que entrara STC. Por lo tanto, hay ese acuerdo de confidencialidad y la prioridad va a ser siempre la defensa nacional«.

La prioridad también es, por lo tanto, procurar que la compañía supere sus cifras en bolsa, que no han remontado durante toda la presidencia de Álvarez-Pallete, porque se ha centrado en reducir en más de un 50% la enorme deuda de más de 60.000 millones de euros que acumulaba cuando llegó al cargo en 2016. El nuevo presidente de Telefónica, Marc Murtra, ya está protagonizando movimientos para centrar el negocio de las telecomunicaciones, de los contenidos y de los servicios digitales que aporten valor, también en bolsa.

Marc Murtra en una presentación con Indra-STC ya tenía el poder cuando se decidió destituir a Álvarez-Pallete
El nuevo presidente de Telefónica, Marc Murtra.

STC PUDO DECIDIR SOBRE EL CAMBIO DE PRESIDENTE

Con las acciones en la mano, STC ya ha participado con su consentimiento en las decisiones del convulso y precipitado consejo de administración celebrado a las seis de la tarde del pasado sábado 18 de enero en Telefónica, que precipitó la salida de Álvarez-Pallete y su sustitución por Murtra auspiciado por el Gobierno a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que posee un 10% de Telefónica.

No obstante, el anuncio de que la tecnológica, controlada en un 62% por el fondo soberano de Arabia Saudí (Public Investment Fund, PIF), que no se ha molestado ni en emitir un comunicado en España, se ha producido en la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC) estadounidense aprovechando la cotización de Telefónica en Wall Street, además de en el Ibex35. Allí han tenido que dar todo tipo de explicaciones de por qué tomaban el control de esas acciones, aunque lo han hecho una semana después de haber consumado el salto anunciado.

Tal y como ha publicado El País este viernes, en el escrito confirman que van a buscar la entrada en el consejo de administración de Telefónica, cuando indican que «tras la adquisición de las acciones ordinarias de conformidad con el acuerdo contingente de compra de Acciones, la Luxco tiene previsto entablar conversaciones con el emisor (es decir, Telefónica) para solicitar un puesto en el consejo de administración».

Advierten que no van a ser meros observadores en la teleco y plantearán «posibles combinaciones de negocios y alternativas estratégicas, el negocio, las operaciones, la estructura de capital, la gobernanza, la gestión, la estrategia del emisor y otros asuntos relativos al emisor»

Advierten que no van a ser meros observadores en la teleco, y que «aunque en la actualidad no tienen intención de hacerlo, las personas informantes podrán entablar ocasionalmente conversaciones con el consejo de administración del emisor y/o con miembros del equipo directivo del emisor en relación, sin limitación, con posibles combinaciones de negocios y alternativas estratégicas, el negocio, las operaciones, la estructura de capital, la gobernanza, la gestión, la estrategia del emisor y otros asuntos relativos al emisor«, como ya han demostrado a la hora de decidir sobre la presidencia de Álvarez-Pallete.

Lo que ha alertado al entorno del accionariado de la centenaria teleco española, incluido al propio Ejecutivo de nuestro país, es que advierten de que podrían ir más allá en sus intenciones de mera inversión iniciales. Así dicen que aunque se han hecho con el 9,97% de las acciones «con fines de inversión», tienen la intención de «evaluar esta inversión en el emisor de forma continua y pueden tomar las medidas que consideren oportunas con respecto a su inversión en el emisor«.

Desde el entorno de STC hasta esta misma semana aseguraban a MERCA2 que no iban a adquirir más acciones de Telefónica y que se paraban en la participación con la que iban a contar desde el 5 de septiembre de 2023. Sin embargo, esto puede cambiar, porque STC deja abierta la posibilidad de en el futuro «adquirir acciones ordinarias adicionales y/u otros valores del emisor en el mercado abierto, en compras negociadas de forma privada o de otro modo y también, en función de las circunstancias actuales, enajenar la totalidad o parte de las acciones ordinarias u otros valores del emisor de los que sean titulares en una o más operaciones» en Telefónica.

Lo cual descoloca al resto de accionistas de la operadora e inquieta a todos, incluido al Gobierno, por muy atado que tengan los acuerdos alcanzados con STC, tal y como asegura con vehemencia Margarita Robles.


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