La Dirección General de Tráfico (DGT) continúa adoptando medidas para reforzar la seguridad vial, y una de las más recientes consiste en la instalación de radares que supervisan el cumplimiento de la señal de stop. Estos dispositivos, diseñados para identificar si un conductor se detiene por completo, buscan reducir la siniestralidad en intersecciones peligrosas, donde con frecuencia se producen accidentes al no realizar la parada obligatoria. Los datos reflejan que demasiados conductores se confían, aminoran la velocidad y continúan su marcha sin parar del todo, generando colisiones que podrían evitarse. A lo largo de este artículo, descubrirás en qué consisten estos radares, cómo detectarlos y qué multas arriesgas si no cumples la normativa.
6La sanción si te saltas el stop
La DGT considera que no detenerse en un stop es una infracción grave. La multa puede llegar hasta los 200 euros, a lo que se suman cuatro puntos menos en el carnet de conducir. Resulta irrelevante la velocidad a la que cruces la línea de detención: la normativa exige que el coche se pare por completo. Para evitar cualquier discusión, los radares de stop ofrecen imágenes y mediciones que prueban la infracción sin margen de duda. Algunos conductores creen que una reducción a baja velocidad basta para librarse de la sanción, pero la tecnología usada demuestra lo contrario con claridad.