La Dirección General de Tráfico (DGT) continúa adoptando medidas para reforzar la seguridad vial, y una de las más recientes consiste en la instalación de radares que supervisan el cumplimiento de la señal de stop. Estos dispositivos, diseñados para identificar si un conductor se detiene por completo, buscan reducir la siniestralidad en intersecciones peligrosas, donde con frecuencia se producen accidentes al no realizar la parada obligatoria. Los datos reflejan que demasiados conductores se confían, aminoran la velocidad y continúan su marcha sin parar del todo, generando colisiones que podrían evitarse. A lo largo de este artículo, descubrirás en qué consisten estos radares, cómo detectarlos y qué multas arriesgas si no cumples la normativa.
5Por qué el stop es tan crucial
Respetar la parada de stop no solo es un acto de disciplina vial, sino una necesidad para minimizar el riesgo de choque lateral o frontal. Esta señal se coloca en zonas en las que la visibilidad es reducida o la prioridad no está tan clara. Frenar por completo ofrece al conductor tiempo suficiente para comprobar si se aproxima algún vehículo o un peatón. La DGT recalca que un gran número de accidentes mortales podría evitarse simplemente respetando este alto. Saltárselo implica desproteger tanto al conductor como a otros usuarios de la vía, y por eso se han endurecido los controles.