Cayetano Rivera ha dejado a todos sorprendidos con una confesión que pocos esperaban. Durante su intervención en el programa Espejo Público, el torero, que recientemente anunció su retirada definitiva de los ruedos tras casi dos décadas de trayectoria, compartió uno de los aspectos más personales y emotivos de su vida: la existencia de una carta que ha escrito a sus hijos, Lucía y Cayetano. Una decisión que, según el propio Cayetano, tomó en un momento de profunda reflexión, consciente de los riesgos inherentes a su profesión y de la incertidumbre que acompaña a la vida.
1Las palabras de Cayetano Rivera
“No es algo que los toreros hagamos habitualmente, pero es algo muy personal. Cada uno es libre de hacerlo si lo siente necesario”, afirmó el diestro, visiblemente conmovido al hablar sobre este tema. Explicó que un día despertó con la determinación de escribir unas palabras dirigidas a sus hijos, una carta que ahora guarda uno de sus mejores amigos, quien tiene la instrucción de entregarla a Lucía, de 26 años, fruto de su primer matrimonio con Blanca Romero, y a Cayetano, de 6 años, hijo de su unión con Eva González, «por si algo llegara a ocurrir». La emotividad de esta confesión se intensificó cuando Cayetano recordó a su propio padre, quien falleció siendo él muy joven, dejando un vacío lleno de preguntas sin respuesta. “Hubo muchas cosas que me hubiera encantado preguntarle y que jamás podré saber. Esa ausencia me marcó profundamente”, señaló.
En su entrevista, el torero aprovechó para reflexionar sobre lo que ha supuesto su decisión de abandonar los ruedos. Reconoció que, aunque siente una mezcla de tristeza y alivio, se trata de una elección meditada y tomada en plena conciencia de sus límites físicos y emocionales. “Acabo de cumplir 48 años, y esta retirada es definitiva. El toro exige una preparación y unos reflejos que con el tiempo se van diluyendo. Quería marcharme por mi propio pie, en un momento en el que aún me siento capaz. Es una profesión que me lo ha dado todo, pero también una que requiere tomar decisiones difíciles”, afirmó Cayetano con serenidad.
El anuncio de su retirada, según relató, fue un proceso paulatino que compartió primero con Curro Vázquez, su apoderado y confidente. Para Cayetano, este año tenía un significado especial, ya que se conmemoran cien años de la dinastía Rivera. “Quería llegar a esta fecha. Era algo simbólico para mí. Poder celebrar este momento con la tranquilidad de cerrar un ciclo ha sido importante”, confesó. A pesar de su decisión, el torero expresó que siempre llevará consigo las enseñanzas y experiencias que le ha dado su profesión. “Una de las cosas que agradezco a mi trabajo es haber aprendido a valorar cada instante. Antes de salir al ruedo, siempre existe la posibilidad de que ese sea el último día. Esa conciencia de la finitud te enseña a vivir con intensidad”.