Parece que el tiempo ha pasado y nos encontramos ante el fin de una era: Sony ha anunciado que en febrero de 2025 cesará por completo la producción de discos Blu-ray y otros formatos físicos icónicos como el MiniDisc, MD Data y Mini DV Cassette. Este movimiento pone punto final al legado de los soportes físicos que marcaron décadas de consumo y almacenamiento multimedia. Una acción que ya deja claro que el futuro está -irremediablemente- en lo digital. Aunque la noticia no sorprende, sí simboliza el cierre definitivo de un capítulo importante en la historia de la tecnología, puesto que los soportes físicos eran un claro símbolo que pronto ya solo será un recuerdo vintage.
1LA DECISIÓN DEFINITIVA DE SONY
Fue en julio de 2024 cuando la compañía sorprendió al mercado con el anuncio de que detendría la producción de determinados discos Blu-ray. Una decisión que fue interpretada por muchas personas como el primer indicio de un cambio mucho más profundo en el mercado. En ese momento, Sony declaró que los discos afectados incluían los BD-RE de 25 GB, BD-RE DL de 50 GB, BD-RE XL de 100 GB y BD-R XL de 128 GB, productos dirigidos al mercado de consumo que empezaban a mostrar señales claras de declive en su demanda.
Además, la decisión no se limitó al sector de consumo masivo. En un movimiento paralelo, Sony también comunicó el cese de la producción de discos ópticos destinados al mercado profesional, como aquellos utilizados para la producción de video y almacenamiento de datos. Este doble golpe no pasó desapercibido: mientras que los consumidores comenzaron a prepararse para la escasez de estos productos, los profesionales vieron cómo desaparecía una solución de almacenamiento que, si bien era fiable, empezaba a ser superada por opciones más modernas como el almacenamiento en la nube o los discos duros de alta capacidad.
Sony justificó esta decisión con argumentos sólidos. Por un lado, el mercado de los soportes físicos estaba en evidente declive. La adopción de alternativas digitales, como el streaming o las descargas directas, había reducido significativamente la demanda de discos Blu-ray. Por otro lado, los objetivos comerciales de la compañía ya no eran compatibles con la producción de un formato que, aunque técnicamente avanzado, no lograba mantener su relevancia frente a la constante evolución tecnológica.
Para muchos, este anuncio fue visto como el principio del fin para el Blu-ray, un formato que alguna vez se presentó como el sucesor indiscutible del DVD, pero que nunca logró consolidarse de manera masiva. Aunque en ese momento Sony no lo declaró explícitamente, el abandono parcial de su línea de productos dejaba entrever un futuro incierto para el soporte físico. Lo que parecía una decisión estratégica limitada a ciertos modelos y sectores fue, en retrospectiva, el preludio de un adiós definitivo al Blu-ray y otros formatos icónicos.