viernes, 24 enero 2025

La generación Z deja de usar apps para ligar como Tinder, Grindr o Meetic y se pasa al siguiente método

En un contexto en el que parece que se han ampliado las formas de relacionarse hasta el punto de que el formato digital -como las apps- es el que más triunfaba hasta hace un tiempo… La generación Z ha aparecido en escena para darle un vuelco a todo lo concebido hasta ahora y ha vuelto a promover el tú a tú. Tinder, Grindr o Meetic han dado un paso a un lado ante el cansancio que gran parte de los jóvenes han mostrado hacia la superficialidad y el agotamiento emocional vinculado a este tipo de formatos. Es por esto que cada vez más jóvenes están optando por un enfoque más auténtico y pausado: el «slow dating».

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DEL LIKE AL SLOW DATING

Durante años, las aplicaciones de citas dominaron el panorama amoroso, ofreciendo la ilusión de que la pareja ideal estaba a un «swipe» de distancia. Pero lo que comenzó como una revolución en la forma de conectar personas, poco a poco se convirtió en una fuente de frustración para muchos. En lugar de facilitar el amor, los algoritmos y las dinámicas de estas plataformas terminaron por transformar las relaciones en un catálogo infinito, donde las conexiones reales eran reemplazadas por interacciones fugaces y desechables.

Sin embargo, algo está cambiando. Un número cada vez mayor de jóvenes está desafiando estas dinámicas, cansados de los «ghostings», las conversaciones insípidas y la presión de crear una versión idealizada de sí mismos en línea. Este hartazgo ha dado paso a un replanteamiento de lo que significa conocer a alguien: dejar de lado los perfiles digitales y apostar por encuentros cara a cara, donde las miradas y las palabras importen más que los emojis o los filtros.

El «slow dating» se ha convertido en la bandera de este cambio. En lugar de deslizar y juzgar a alguien en cuestión de segundos, este movimiento invita a desacelerar, a escuchar y a redescubrir el arte de la conversación. En ciudades como Madrid, iniciativas como las de Eva Sánchez están ganando mucha popularidad y están demostrando que hay un deseo latente de volver a lo auténtico. Los jóvenes, especialmente aquellos de la generación Z, están buscando espacios donde puedan mostrarse sin máscaras y donde la posibilidad de una conexión sea más importante que acumular matches.

Y lo que podría parecer simplemente un cambio de tendencia, en verdad va mucho más lejos. El consumo rápido que vemos en cuestiones como la comida o el entretenimiento, ya no está tan presente en las relaciones; de modo que las personas están alejándose de esta rapidez en el amor tan presente en las clásicas apps. La inmediatez ya no es sinónimo de éxito. La paciencia, la presencia y el compromiso están recuperando su valor, y el «slow dating» es una prueba de ello.

Además, las estadísticas respaldan este giro. Con la caída en las descargas de aplicaciones de citas, que según Sensor Tower han disminuido un 20 % desde 2020, queda claro que las plataformas digitales ya no son la opción preferida para quienes buscan algo significativo. Incluso grandes empresas como Match Group están adaptando sus estrategias, incorporando eventos grupales y actividades presenciales para mantener el interés de los usuarios. Pero estas medidas, aunque intentan recuperar terreno, no logran replicar la magia de un encuentro espontáneo y genuino.

María López
María López
Periodista y comunicadora. Con experiencia en diferentes ámbitos de la comunicación, como la prensa escrita, redacción digital, locución de radio y comunicación corporativa.

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