En los meses de invierno frío, es fundamental mantener la calefacción encendida en casa. No obstante, una pregunta frecuente surge: ¿es más conveniente apagarla por completo al ausentarse o mantenerla a una temperatura baja? ¿Por qué es imprescindible hacer la elección adecuada a pesar de los numerosos aspectos a tener en cuenta, como el sistema de calefacción, el nivel de aislamiento y cuánto tiempo estaremos fuera?
Existen sugerencias claves que pueden guiarte para optimizar el consumo de energía y reducir los costes, de modo que utilices tu sistema de calefacción de manera más eficiente y sin que ello implique tener que pagar facturas estratosféricas, lo que también es de agradecer
6¿En qué situaciones es recomendable disminuir la intensidad?
A veces, es mejor mantener el calor con una temperatura baja en estos casos específicos:
- Viviendas con buen aislamiento: si la casa retiene el calor por mucho tiempo, reducir al mínimo la calefacción puede prevenir cambios repentinos.
- Alejamientos cortos: si te ausentas por menos de dos horas, dejarla funcionando puede evitar un repentino aumento en el uso de energía al volver y calentar la casa.
- Evitar perjuicios por temperaturas frías severas: en zonas extremadamente gélidas, mantener una temperatura estable de manera continua protege las tuberías de probables daños debido al congelamiento.