miércoles, 22 enero 2025

La excepcional posición de Estados Unidos tras la toma de posesión de Donald Trump

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Bert Flossbach, co-fundador de Flossbach von Storch, explica en MERCA2 que una fuerte e invisible presencia respira en la nuca de Trump: el mercado de bonos.

Los políticos conservadores con talento para evaluar el estado de ánimo de sus electores reconocieron desde el principio que el péndulo podría oscilar de nuevo hacia Donald Trump cuando el republicano Ron DeSantis, un defensor de la ideología «anti-woke«, fue reelegido gobernador de Florida por una amplia mayoría en 2022. Fue en ese momento cuando comenzó la reencarnación de Trump.

En febrero de 2024, el inversor estadounidense Santiago Pliego describió este cambio de ánimo como un “cambio de aires”. De una era de corrección política alimentada por la culpa, hacia una realidad basada en el sentido común y el rechazo a la burocracia. Trump aprovechó esta polarización y se subió a esta ola rumbo a la victoria.

La política de fuerza de Trump no se basa en ceder, sino en la escalada como requisito previo para la desescalada. Los dictadores y autócratas que antes lo veían como una figura bienintencionada ahora sienten llegar ese “viento de cambio”. Vladimir Putin ya no puede esperar que Trump le permita tomar Ucrania. Tras la victoria republicana, el rublo ha perdido un valor significativo frente al dólar estadounidense.

EEUU elecciones 2 Merca2.es

Para Xi Jinping, los aranceles de Trump serían lo último que necesita dada la actual debilidad económica. Y los mulás en Irán están experimentando cómo tres de sus aliados han sido debilitados enormemente en tan solo unas semanas después de que Trump anunciara su apoyo a Israel.

Tomar el lado de Trump está cobrando mayor importancia, o al menos evitar ser visto como su enemigo. Al fin y al cabo, la lección del primer mandato de Donald Trump es que hay que tomarlo en serio, aunque no sea necesario tomar en serio todo lo que dice.

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No abandonó la OTAN, ni impuso aranceles a las importaciones de autos europeos, ni bombardeó Corea del Norte, ni cerró la frontera mexicana con un muro continuo. Sin embargo, nunca se sabe cuán en serio se toma algo. La exageración es parte de su estilo de negociación, lo que hace que las previsiones sobre sus políticas siempre corran el riesgo de ser superadas por el caos.

La noche de las elecciones, Trump anunció lo que pretende hacer en los próximos años: terminar con las guerras, asegurar las fronteras, derrotar la inflación, pagar las deudas, impulsar el crecimiento de EE.UU. y crear empleos. En resumen: una “Edad Dorada”. La pregunta es, ¿cuáles de estos objetivos pueden convertirse en realidad? Los objetivos conflictivos son evidentes: reducir simultáneamente la deuda y los impuestos, aumentar los aranceles, expulsar a los inmigrantes y, al mismo tiempo, combatir la inflación.

No parece probable que Trump pueda reducir significativamente la relación deuda-PIB. Con una deuda nacional de 36 billones de dólares, esta representa alrededor del 120 % del PIB de EE. UU., o el 100 % si se excluye la deuda intergubernamental. Un nivel similar al de la eurozona. Sin embargo, EE. UU. tiene el privilegio de poseer la moneda de reserva mundial incuestionada, lo que le da más margen para endeudarse. Pero incluso esto tiene límites.

Trump 2 Merca2.es

Una fuerte e invisible presencia respira en la nuca de Trump

Existe un guardián de sus políticas que puede controlarlo como ningún otro país o socio negociador en el mundo: el mercado de bonos. Ningún gobierno del mundo puede enfrentarse exitosamente a sus acreedores a largo plazo. Si los inversores dejan de querer comprar, o mantener bonos del Tesoro de EE. UU. porque han perdido la confianza en las políticas del gobierno estadounidense y en la estabilidad financiera del país, la situación será difícil para Trump también. Liz Truss, la ex primera ministra del Reino Unido, ya lo experimentó en octubre de 2022.

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Esta es otra razón por la que Trump debe mantener un entorno favorable para los negocios y el crecimiento, para que EE. UU. siga siendo un lugar atractivo para los inversores o se vuelva aún más atractivo. Para él, su “Make America Great Again” significa crecimiento económico, más empleos y un aumento en los precios de las acciones.

En esta ocasión, y a diferencia de su sorprendente elección hace ocho años, Trump ha podido elegir su gabinete con un poco más de cuidado. Elon Musk viene inevitablemente a la mente. A primera vista, esto podría fortalecer aún más la posición excepcional de EE.UU., pero también existe un peligro latente para el ‘excepcionalismo’ estadounidense. 

Si el sistema de pesos y contrapesos en EE.UU. deja de funcionar, la estrecha conexión entre “Big Tech” y “Big Government” podría debilitar la capacidad innovadora de las empresas y la dinámica de la economía, poniendo así en peligro la supremacía de EE.UU. en este ámbito.

Jóse Julián Martín
Jóse Julián Martín
Jose Julián Martín es periodista de finanzas y mercados de formación internacional (Jacksonville University, Wharton School of Business, University of Illinois y Università Bocconi). En su dilatada carrera ha pasado por las redacciones de Expansión, Invertia o Finanzas.com entre otros.

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