Eroski arranca 2025 con varios problemas a los que debe hacer frente si quiere seguir manteniendo su reputación. La cadena de distribución vasca ha tenido varios errores en cuanto a la higiene alimentaria, concretamente en su marca propia. Unos errores que pueden desencadenar problemas en la salud del consumidor.
En este contexto, la ausencia de seguridad en los alimentos está saltando en la actualidad en algunos establecimientos de Eroski, y está despertando el interés mediático, preocupando al consumidor, y generando una alarma social. Este hecho provoca que los organismos que se ocupan de la salud y de la producción, como son la Organización Mundial de la Salud, y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, deban tomar ciertas medidas.
Si bien, en el entorno de los supermercados, la seguridad alimentaria es fundamental, ya que no solo afecta a la salud de los consumidores, sino que también impacta de manera considerable en la reputación del negocio. En este caso, está afectando a la reputación de Eroski que debe corregir estos errores.
MOSQUITOS EN LOS ALIMENTOS DE EROSKI
En este contexto, el último caso que está persiguiendo a Eroski en cuanto a sanidad e higiene alimentaria ha sido que los consumidores han empezado a encontrarse mosquitos dentro de las bolsas de patatas de marca blanca de la cadena vasca. Una situación nada agradable y que lleva al cliente a vigilar muy de cerca los productos que compra en dicha cadena de distribución.
Si bien, el problema afecta directamente a Eroski, ya que los mosquitos no se han encontrado en bolsas de patatas de marcas de fabricantes, sino que han sido encontrados en las bolsas de la propia marca blanca de la cadena vasca. Un ejemplo más de la falta de conciencia y de higiene en la producción propia de la compañía.
Siguiendo esta línea, garantizar la seguridad de los alimentos en los niveles exigidos por los consumidores requiere el compromiso no solamente de las instituciones públicas, (Comisión Europea, Estados miembros de la Unión, Comunidades Autónomas y Entidades Locales), sino también de los sectores productivo, transformador y comercial, que comparten la responsabilidad de alcanzar las máximas cotas de seguridad alimentaria. Eroski no está pendiente de estas responsabilidades.
El problema principal que ha tenido la cadena vasca es qué no es una falta de seguridad alimentaria del propio establecimiento, sino que es una falta de seguridad en las fábricas de embalaje donde se habría metido el mosquito dentro de las patatas en el proceso de embalaje para preparar el producto y ser expuesto en el lineal de Eroski.
EL ENCUENTRO DE INSECTOS EN PRODUCTOS DE EROSKI SON CONTRARIOS A SU OBJETIVO DE CUIDAR LA SALUD DE SUS CLIENTES
«La salud de las personas es un objetivo primordial para Eroski. Por eso, los primeros compromisos de nuestro decálogo por la Salud y la Sostenibilidad se centran en velar por la seguridad y calidad de todos los productos, y promover una alimentación equilibrada», certifica Eroski en su propia página web. Una declaración que nada tiene que ver con lo que se están encontrando los consumidores al hacer la compra en los supermercados de la cadena vasca.
LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y LAS SANCIONES PARA EROSKI
En este contexto, de acuerdo con la Ley 17/2011, del 5 de julio, de seguridad alimentaria y nutrición, la falta de implementación y mantenimiento de procesos de autocontrol que garanticen la seguridad alimentaria, se considera una infracción grave, que conlleva sanciones económicas a las que está expuesto Eroski entre 5.001 euros y 20.000,00 euros. En el caso de incumplimiento de la obligación, las multas coercitivas se impondrán con una periodicidad de al menos tres meses hasta el cumplimiento total de la sanción a que se refieran.
No obstante, Eroski estaría realizando una infracción ‘muy grave’ a ojos de la ley, ya que está incumpliendo en seguridad alimentaria de forma deliberada y eso se considera una infracción que conlleva sanción entre 20.000,00 y 600.000,00 euros. La cadena vasca debe cumplir la normativa para así evitar sanciones económicas altas.
Sin ir más lejos, las asociaciones sectoriales o cooperativas que establezcan en su ámbito sistemas de autocontrol deberán elaborar un procedimiento al efecto y darlo a conocer en todos los operadores del sector o socios de la entidad cooperativa, así como a las autoridades competentes. Además, cuando las autoridades competentes en materia de control de calidad alimentaria, aprecien en el ejercicio de su actividad que pudieran existir riesgos para la salud, trasladarán la parte correspondiente de las actuaciones a las autoridades sanitarias competentes, que, en este caso, calificarán las infracciones según la legislación sanitaria aplicable.
Por otro lado, otro de los problemas, si siguen llegando más casos, Eroski podría enfrentar graves consecuencias. En los casos de infracciones graves y muy graves, la autoridad competente para imponer la sanción, con independencia de la misma, inhabilitará a las empresas u operadores sancionados para contratar con las Administraciones públicas, total o parcialmente, durante un plazo de cinco años.