Qatar, Arabia Saudí y Singapur se han posicionado como referentes a nivel mundial en la financiación de proyectos estratégicos, gestionando colectivamente más de 2,57 billones de dólares en activos a través de sus fondos soberanos.
Cada uno de estos países ha implementado estrategias específicas para la diversificación económica y la inversión en sectores clave como la tecnología, las infraestructuras o la sostenibilidad.
QATAR
El Qatar Investment Authority (QIA) gestiona aproximadamente 510.000 millones de dólares en activos, consolidándose como uno de los fondos soberanos más influyentes a nivel mundial, según el estudio de Global SWF. En 2024, el QIA lanzó su primer fondo de fondos de capital de riesgo, destinando más de 1.000 millones para impulsar el ecosistema de startups globales y fomentar la innovación tecnológica.
Qatar está despuntando por su objetivo de transformar su modelo económico, hasta ahora dependiente del gas natural, con inversiones en tecnología, energías renovables y mercados emergentes. Estas acciones reflejan el compromiso del país por reforzar su papel en el ámbito de las inversiones globales y adaptarse a las dinámicas del mercado internacional.
ARABIA SAUDÍ
El Public Investment Fund (PIF) de Arabia Saudí administra aproximadamente 925.000 millones de dólares en activos, de acuerdo con los datos de Global SWF. En 2024, el PIF destinó gran parte de sus recursos a proyectos ya icónicos como NEOM, una megaciudad diseñada para ser un hub global de tecnología, sostenibilidad y turismo.
Además, el fondo lidera la inversión en energías renovables, con planes para convertir a Arabia Saudí en uno de los mayores productores de hidrógeno verde a nivel mundial. El fondo también ha ampliado su participación en áreas como el entretenimiento, con un aumento significativo en sus participaciones en grandes grupos relacionados con el cine y los deportes.
Estas iniciativas están alineadas con la Visión 2030, que busca reducir la dependencia del petróleo y fomentar el crecimiento económico sostenible a través de la diversificación y la participación del sector privado.
En esta línea, Arabia Saudí ha implementado la Estrategia Nacional de Inversión (NIS), para lograr triplicar los niveles de inversión para 2030. Centrada en sectores como la energía verde, la salud, la movilidad o la logística, entre otros, nace con el objetivo de ser el catalizador de nuevas inversiones y crear un entorno competitivo para inversores extranjeros y nacionales.
SINGAPUR
Singapur cuenta con dos fondos soberanos de peso: GIC Private Limited, con activos de aproximadamente 847.000 millones de dólares, y Temasek Holdings, que gestiona unos 288.000 millones de dólares (Global SWF). Aunque su actividad de inversión en 2024 se mantuvo estable, ambos fondos han reforzado su influencia en tecnología, infraestructuras y biotecnología.
GIC y Temasek han priorizado la estabilidad financiera y la gestión a largo plazo, centrándose en mercados consolidados y oportunidades en actividades enfocadas al desarrollo económico sostenible. Singapur sigue sobresaliendo por su capacidad de atraer talento y capital extranjero, consolidando su posición como uno de los centros financieros de Asia y hub de innovación tecnológica.
Mientras Qatar y Arabia Saudí han intensificado su actividad en inversiones estratégicas, Singapur ha optado por consolidar su posición mediante una gestión prudente y estable. Los tres países representan modelos de éxito en la expansión de las fuentes de ingresos y la gestión de fondos soberanos.
Con estrategias que miran hacia la sostenibilidad, la tecnología y la infraestructura, están contribuyendo notablemente a configurar el futuro de la inversión global y marcando tendencias que influirán en la economía global en las próximas décadas.