Viajar es una de las experiencias más enriquecedoras que podemos vivir, pero a menudo viene acompañada de preocupaciones logísticas que empañan la emoción de la aventura. Las aerolíneas suelen imponer condiciones cada vez más estrictas para el equipaje de mano, lo que obliga a muchos pasajeros a incurrir en costes adicionales. Sin embargo, existe un secreto que se ha convertido en la estrategia predilecta de quienes buscan no pagar equipaje extra sin renunciar a la comodidad. En las siguientes líneas descubrirás cómo aplicar este recurso en cualquier época del año y por qué funciona tan bien cuando se trata de ahorrar espacio y dinero.
8Cómo adaptarlo a las diferentes estaciones
En verano, el truco del zapato se vuelve más sencillo porque las prendas son mínimas y pueden enrollarse con facilidad para ocupar menos espacio. Un bikini o un bañador se guarda con comodidad dentro de una zapatilla. En invierno, aunque las prendas sean más gruesas, las botas suelen tener un interior lo bastante espacioso para acoger calcetines gruesos o camisetas térmicas. De esta forma, reduces el volumen dentro de la maleta y consigues no pagar equipaje extra. Además, si viajas en una época intermedia como primavera u otoño, simplemente ajusta el número de capas que incluyes en el calzado según la temperatura que esperas encontrar en tu destino.