Viajar es una de las experiencias más enriquecedoras que podemos vivir, pero a menudo viene acompañada de preocupaciones logísticas que empañan la emoción de la aventura. Las aerolíneas suelen imponer condiciones cada vez más estrictas para el equipaje de mano, lo que obliga a muchos pasajeros a incurrir en costes adicionales. Sin embargo, existe un secreto que se ha convertido en la estrategia predilecta de quienes buscan no pagar equipaje extra sin renunciar a la comodidad. En las siguientes líneas descubrirás cómo aplicar este recurso en cualquier época del año y por qué funciona tan bien cuando se trata de ahorrar espacio y dinero.
2Cuando el invierno obliga a llevar más maleta
Las temperaturas gélidas son enemigas declaradas de las maletas ligeras. Un abrigo, un jersey grueso y un par de botas ocupan tanto espacio que a veces parece imposible no pagar equipaje extra. El invierno trae consigo prendas más voluminosas y pesadas, lo que hace que una simple escapada de dos días se convierta en un desafío logístico. Los viajeros más experimentados recomiendan buscar ropa versátil que pueda usarse en distintas ocasiones. Además, algunos apuestan por ponerse las prendas más abultadas durante el trayecto, para liberar espacio en la maleta. Esta táctica funciona, pero puede resultar incómoda si pasas calor en interiores.