La situación en torno a la evolución de Alma, hija de Anabel Pantoja, sigue manteniendo en vilo a su familia, amigos y seguidores. Desde que la pequeña ingresó el pasado viernes en el Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria con pronóstico reservado, la atención mediática y personal se ha centrado en el entorno de la influencer. Anabel, de 38 años, no ha salido del hospital en ningún momento, mientras se encuentra rodeada por el apoyo de sus primos, Kiko Rivera e Isa Pantoja, así como de sus tíos Isabel y Agustín. Sin embargo, la presencia de Isabel Pantoja ha generado especial interés, no solo por su relevancia mediática, sino también por la estrategia que ha adoptado para permanecer cerca de su sobrina sin acaparar la atención pública.
2Los Pantoja se vuelcan con Anabel
El entorno de Anabel ha evitado compartir demasiados detalles sobre la salud de Alma, respetando la privacidad de la familia en un momento tan delicado. Sin embargo, el mensaje que han transmitido es de esperanza y resiliencia. Antonio Rossi destacaba que, aunque la situación sigue siendo complicada, los avances que se han producido desde el viernes representan un pequeño paso hacia adelante.
La presencia de Isabel Pantoja en la isla y su papel como apoyo discreto para Anabel subrayan su compromiso familiar en estos momentos de dificultad. A pesar de los conflictos que han marcado la dinámica del clan Pantoja en el pasado, el ingreso de Alma ha logrado unir temporalmente a una familia acostumbrada a estar en el centro de la polémica. Para Anabel, este respaldo resulta esencial mientras enfrenta uno de los episodios más duros de su vida.
Así, el hospital se ha convertido en el epicentro de una red de apoyo que incluye tanto a familiares directos como a amigos cercanos. Mientras la pequeña Alma lucha por recuperarse, Anabel y David encuentran consuelo en la presencia de los suyos, confiando en que el tiempo y los cuidados médicos permitan superar este difícil trance.