sábado, 19 abril 2025

Vivienda sostenible: los incendios en California reavivan el debate sobre cómo se podrían haber minimizado los daños

California se enfrenta a uno de los incendios más devastadores de su historia. Más de 16.000 hectáreas han sido arrasadas por las llamas, al menos 24 personas han perdido la vida, más de 12.300 estructuras han resultado dañadas y las pérdidas económicas se estiman en hasta 150.000 millones de dólares.

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Una sequía prolongada y temperaturas extremas están contribuyendo a aumentar el alcance de esta tragedia. Comunidades enteras de este estado ubicado en la costa oeste de norteamérica, especialmente en áreas como Los Ángeles y el Cañón de Palisades, han quedado reducidas a cenizas. Decenas de miles de familias, muchas de ellas habiéndolo perdido todo, afrontan ahora un arduo proceso de reconstrucción.

Todo esto nos lleva a plantear una pregunta: ¿cómo podría haberse evitado esta catástrofe o de qué manera se podrían haber mitigado sus daños? La respuesta podría estar en la construcción de viviendas más resistentes.

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Viviendas más seguras y sostenibles impulsadas por hormigón

La mayoría de las casas afectadas por el fuego estaban construidas con estructuras de madera, altamente vulnerables a las llamas. Frente a ello, el hormigón emerge como alternativa. Modular Home lidera el cambio hacia viviendas que no solo cumplen con altos estándares de sostenibilidad, sino que también ofrecen una mayor seguridad frente a los desafíos del cambio climático. Esto se logra mediante el uso de materiales con propiedades ignífugas y técnicas avanzadas que aumentan la resistencia al fuego y reducen los tiempos de construcción. El hormigón destaca por su mayor resistencia al fuego, gracias a su baja conductividad térmica y su capacidad para soportar altas temperaturas durante largos períodos.

Los códigos de construcción y las normativas locales, como el Eurocódigo 2 en Europa o el International Building Code (IBC) en Estados Unidos, proporcionan tablas específicas para calcular la resistencia al fuego de los elementos de hormigón, teniendo en cuenta diversas características del material. En primer lugar, el hormigón es no inflamable, lo que significa que no se quema ni contribuye a la propagación del fuego, ya que está compuesto principalmente por materiales inorgánicos como cemento, arena, grava y agua.

Además, es ignífugo, lo que le permite soportar temperaturas extremadamente altas durante largos períodos sin perder significativamente su capacidad estructural. Su baja conductividad térmica ayuda a retardar la transferencia de calor, protegiendo el interior de la vivienda. En un incendio, el hormigón presenta una resistencia al colapso superior, ya que no se deforma ni se derrite, lo que mantiene la estabilidad estructural de la edificación por más tiempo en comparación con otros materiales, como el acero o la madera.

Por último, en las estructuras confeccionadas a partir de este material armado, la capa de recubrimiento protege las barras de acero del calor, prolongando así la integridad estructural de la edificación incluso en condiciones extremas.

Con este panorama, la importancia de utilizar materiales como el hormigón se vuelve aún más evidente. En palabras de un experto local: “No podemos detener los incendios, pero sí podemos construir hogares más preparados para resistirlos. Es hora de repensar cómo y con qué construimos nuestras comunidades”.


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