Conducir con el abrigo puesto es un grave error. Durante la temporada de invierno, las temperaturas bajan, en especial esta temporada, en la que la AEMET nos ha avisado de que se esperan bajadas como no las habíamos visto en años, por lo que se impone necesariamente utilizar ropa muy abrigada para escapar del frío, en especial cuando salimos del hogar. Si vamos a utilizar nuestro coche, es muy normal que nos subamos al mismo teniendo el abrigo puesto, no importa cuanto vayamos a tardar ni a dónde vamos a ir. No obstante, esta costumbre muy arraigada, aparentemente inofensiva, podría poner en riesgo tu seguridad al volante y la de los demás ocupantes del coche.
9Casos reales que ilustran la importancia de esta recomendación
Diversos estudios y casos documentados han demostrado los riesgos de conducir con el abrigo puesto. Por ejemplo, pruebas de choque realizadas por organismos de seguridad vial muestran que la distancia creada por el abrigo puede aumentar significativamente el impacto sobre el torso durante una colisión.
En el caso de los niños, las pruebas demuestran que un arnés mal ajustado puede provocar que el menor sea expulsado de la sillita incluso en colisiones a baja velocidad. Estas situaciones subrayan la importancia de ajustar los sistemas de seguridad directamente al cuerpo, sin interferencias.