Conducir con el abrigo puesto es un grave error. Durante la temporada de invierno, las temperaturas bajan, en especial esta temporada, en la que la AEMET nos ha avisado de que se esperan bajadas como no las habíamos visto en años, por lo que se impone necesariamente utilizar ropa muy abrigada para escapar del frío, en especial cuando salimos del hogar. Si vamos a utilizar nuestro coche, es muy normal que nos subamos al mismo teniendo el abrigo puesto, no importa cuanto vayamos a tardar ni a dónde vamos a ir. No obstante, esta costumbre muy arraigada, aparentemente inofensiva, podría poner en riesgo tu seguridad al volante y la de los demás ocupantes del coche.
6¿Has pensado que el abrigo que le pones a tus hijos puede resultar un riesgo al momento de asegurarlos en su sillita?
Cuando los niños son pequeños, es normal que sus padres quieran protegerlos del frío, y por eso les ponen abrigos bastante gruesos, pero ponerles un abrigo grueso y luego amarrarlos a la sillita del vehículo puede resultar una mucho más riesgoso para ellos en caso de un incidente.
Ello se debe a que todo sistema para retener a un niño ajustado de forma segura a su asiento ha sido diseñado con el propósito de que, efectivamente, el niño no pueda moverse de la sujeción y esto no se logra si tiene un abrigo grueso puesto, de modo que el arnés no se va a fijar de forma correcta, dejando un espacio por el cual el niño puede escurrirse, lo que puede tener consecuencias graves si ocurre una colisión.
En caso de un choque, un abrigo grueso podría comprimirse, lo que dejaría al niño desprotegido, incrementando el peligro de salir expelido de su silla. Es por esta causa que muchos expertos están de acuerdo en que siempre se debe quitar el abrigo a los niños antes de sujetarlos a un sistema que los retenga sujetos a su silla dentro del coche.