Hay algunos síntomas que se suelen ver en las consultas de Aparato Digestivo, que en ocasiones pueden corregirse con cambios en los hábitos, buscando un estilo de vida más saludable. Pero a veces pueden ser el síntoma de una dolencia más grave. La recomendación es visitar al especialista, siempre pensando en la prevención y en el diagnóstico temprano de cualquier problema.
Estreñimiento, en muchos casos se debe a falta de fibra
La doctora Sonia García Vizuete, jefa de Servicio de Medicina del Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Sur, hace una reflexión interesante sobre este problema. Cuando una persona sufre diarrea durante dos o tres días, no duda en acudir al médico y, sin embargo, se tiende a considerar el estreñimiento algo normal, y se suele usar soluciones caseras para combatirlo.
El estreñimiento, un problema que en principio no es necesario definir, es más frecuente en el sexo femenino, y afecta a alrededor del 20% de la población. Está asociado en gran parte de los casos a una dieta con poca cantidad de fibra, aunque en algunos casos puede ser el síntoma de una patología grave, por lo que si persiste, lo idóneo es consultar el tema con nuestro médico.
Si el problema viene de la falta de fibra, la solución pasa, explica la doctora García Vizuete, por “una alimentación en la que se ingieran cada día al menos dos o tres piezas de fruta y una o dos raciones de verdura de hoja”. Una o dos raciones de legumbres a la semana y beber suficiente líquido completarían una dieta equilibrada. Hay que tener en cuenta que los productos integrales, por sí solos, no sustituyen a las frutas y verduras.
En otras ocasiones, el estreñimiento es el síntoma de un problema mayor, incluso no relacionado con el sistema digestivo. Puede aparecer asociado al hipotiroidismo o a algunos problemas neurológicos. Volviendo al aparato digestivo puede ser el síntoma de dolencias leves, como alteraciones en la movilidad del intestino, o de una patología bastante más grave, como el cáncer de colon.
Por eso, la doctora insiste: “De modo que si sufre al menos uno o dos episodios mensuales de dificultad evacuatoria con esfuerzo al defecar o con daños en la zona anal, deberá consultar a su médico”.
La obesidad puede ser un riesgo para la salud
Se habla de obesidad cuando existe un acúmulo anormal de grasa en el organismo. Esto puede deberse a un estilo de vida basado en el sedentarismo y una dieta poco equilibrada. Pero se comete un grave error si se generaliza, ya que puede haber detrás muchas otras causas.
Las causas de la obesidad pueden ser genéticas, incluso el comportamiento alimentario se puede heredar. Pueden influir algunos problemas médicos o el consumo de ciertos medicamentos. Y también hay factores externos que aumentan la predisposición a la obesidad: factores socioeconómicos, estrés, ansiedad, depresión o situaciones concretas en nuestra vida, como dejar de fumar o el “efecto yo-yo” de las denominadas dietas milagro.
Las consecuencias negativas de la obesidad pueden ser múltiples, tratándose, sin duda, de mucho más que un problema estético. Como explica Carlos Sala, jefe de la Unidad de Nutrición de Quirónsalud Valencia, el acúmulo de grasa puede provocar el mal funcionamiento de diversos órganos y es causa de enfermedades como diabetes tipo 2, hipertensión arterial, dislipemia, cardiopatía isquémica e infartos cerebrales, ovario poliquístico, infertilidad o hígado graso, entre muchas otras. También se sabe que “la obesidad y el exceso de peso condicionan un riesgo aumentado de hasta 6 veces de padecer algunos tipos de cáncer”.
¿Qué podemos hacer para cuidar el equilibrio de nuestra flora intestinal?
Precisamente, la obesidad puede estar también detrás de otro tipo de problema: un desequilibrio en la flora intestinal. Aunque también hay estudios científicos que relacionan esta descompensación en las bacterias y microorganismos de nuestro intestino con una enfermedad muy diferente: la depresión.
El especialista en Aparato digestivo de Quirónsalud Tenerife, el doctor Philipp Bennemann, nos explica que la ruptura del equilibrio de la flora intestinal puede provocar dolor abdominal, diarrea e inflamación.
De ahí que el doctor insista en la importancia de mantener hábitos de vida saludables, empezando por mantener una dieta equilibrada, pero también intentando evitar en la medida de lo posible el estrés cotidiano y realizando un consumo responsable de medicamentos. Esto redundará en un correcto cuidado de nuestra microbiota intestinal, lo que nos evitará problemas de salud.
