miércoles, 23 abril 2025

¿Sabías que la cocción de la pasta influye en que esta engorde más o menos?

La pasta es uno de los platos más queridos a nivel universal. Le encanta a niños, adultos y mayores, y es conocida internacionalmente por su multitud de formas en las que se puede degustar. Pero… ¿Sabías que la forma en la que cocines este delicioso ingrediente puede afectar directamente a tu salud?

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Si bien es cierto que la gente suele prestar más atención al tipo de pasta o a la cantidad que se consume, hay muchos factores que influyen en tu bienestar. Y seguro que alguno te sorprende, como el tiempo de cocción. En función del tiempo que tu pasta se mantenga en el agua hirviendo, la digestión puede ser muy diferente, impactando directamente en tu peso. Tu cuerpo asimila sus carbohidratos de manera diferente en una pasta al dente y una pasta que excede el tiempo recomendado de cocción y se queda demasiado blanda.

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EL ALMIDÓN DEL ARROZ

Seguro que al leer los detalles sobre el almidón, tu cabeza te ha llevado fácilmente a otro alimento muy común y con unas características muy similares en este contexto: el arroz. A este ingrediente le sucede algo bastante similar que a la pasta. Al igual que sucede con la pasta, el tiempo de cocción del arroz influye considerablemente en sus propiedades nutricionales y en cómo el cuerpo lo asimila. Y es que ambos platos comparten el almidón como carbohidrato complejo que -en función de cómo se procese durante la cocción- puede comportarse de forma distinta en términos de digestión y metabolismo.

Cuando hablamos de arroz, la diferencia entre un arroz de grano largo bien cocido al punto y un arroz de cocción rápida es notable. De hecho, si pensamos en los arroces de cocción rápida, es importante señalar que se trata de unos productos especiales que han sido sometidos a un tratamiento previo durante su proceso de fabricación. Este proceso altera la estructura de sus glúcidos, provocando que su absorción sea mucho más rápida que la de un arroz de grano largo que no ha sido sometido a este tratamiento. Y solo así se pueden disfrutar en cuestión de minutos.

Al igual que con la pasta demasiado cocida, el arroz con un índice glucémico más alto se digiere rápidamente, lo que provoca un aumento rápido en los niveles de glucosa en sangre y, como resultado, una mayor liberación de insulina. El arroz de cocción rápida, al igual que la pasta excesivamente cocida, ofrece una liberación de energía menos controlada y más errática, lo que puede generar picos de glucosa y un aumento en el riesgo de almacenar grasa corporal. Es por esto que en ocasiones puedas sentir hambre nada más finalizar la comida. Y se trata de una sensación muy peligrosa ya que nos puede llevar a comer en exceso cuando ya deberíamos estar saciados.

Y si cocemos el arroz de manera adecuada, similar a como cocemos la pasta al dente, se mantiene un índice glucémico bajo. Esto significa que el cuerpo digiere el arroz lentamente, lo que resulta en una liberación gradual de energía, sin causar alteraciones bruscas en los niveles de azúcar en sangre. De hecho, el arroz integral, que es un arroz menos procesado y cocido al punto, es una opción más saludable porque conserva más fibra y nutrientes. Esta es una muy buena opción porque se contribuye de manera completa a crear esa sensación de verdadera saciedad y se fomenta una digestión prolongada y controlada.

Este paralelismo entre la pasta y el arroz nos muestra cómo pequeñas variaciones en el proceso de cocción de alimentos comunes pueden tener un gran impacto en nuestra salud. Por eso debemos tener mucho cuidado con nuestra forma de alimentarnos, ya que cada detalle cuenta.

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