El petróleo vuelve a rugir con fuerza después de mucho tiempo maullando. El barril Brent, de referencia en Europa, amanecía este lunes asentado firmemente en los 80 dólares, su máximo en cuatro meses. El encarecimiento del hidrocarburo ha llegado después de que el pasado viernes el Departamento del Tesoro de EEUU impusiera sanciones más amplias sobre el crudo ruso.
Las nuevas sanciones incluyeron a los productores Gazprom y Surgutneftegas, así como a 183 embarcaciones que han transportado petróleo extraído en Rusia. El objetivo de estas medidas es cortar las vías de financiación con las que cuenta Moscú para sufragar el esfuerzo de guerra en Ucrania.
Las fuentes del mercado consultadas por Reuters consideran que la presión sobre el petróleo ruso traerá repercusiones en China e India, primer y tercer mayor importador de crudo del mundo, respectivamente. Ambos gigantes se verán obligados a compensar la escasez de suministro buscando nuevos proveedores en Oriente Medio, África y América, lo que aumentará los precios y los costos de transporte y, por ende, subirá aún más los precios petroleros a nivel global.
ADIÓS AL PETRÓLEO ‘DE SALDO’
A pesar de la inestabilidad geopolítica en puntos ‘calientes’ del suministro global, como Rusia y Oriente Medio, durante el último año el mercado del petróleo no ha dejado de dar muestras de debilidad. El compromiso del mundo desarrollado con la transición energética y la irrupción de nuevos proveedores -con EEUU a la cabeza- han arrastrado los precios, que hasta hace bien poco luchaban por mantenerse por encima de los 70 dólares por barril.
En diciembre, la OPEP+, (formada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y su ‘círculo exterior’, liderado por Rusia), asustada por unos precios en mínimos, protagonizó su enésima espantada acordando una vez más el retraso del levantamiento a las restricciones de producción de crudo.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) quitó importancia a la medida explicando que ésta reduciría el potencial excedente de oferta del año próximo, no lo eliminaría, con lo que el ‘oro negro’ seguiría en rebajas. Otras voces, como la consultora energética Tempos Energía, descartaban que el precio del petróleo fuera a rebasar la horquilla comprendida entre los 65 y los 75 dólares.
LAS NUEVAS SANCIONES IMPUESTAS A RUSIA HAN HECHO SALTAR POR LOS AIRES LA COYUNTURA BAJISTA DEL PETRÓLEO: EL ESCENARIO FUTURO HA PASADO DE 65 DÓLARES POR BARRIL A VATICINIOS QUE HABLAN DE 85 DÓLARES
La nueva batería de sanciones a Rusia ha hecho saltar esta coyuntura por los aires. No solo se ha disparado el precio del combustible fósil, sino también sus previsiones: en una nota difundida por Reuters, Goldman Sachs ha dicho que el castigo a Moscú «refuerza nuestra opinión de que los riesgos para nuestro rango de pronóstico de un Brent de entre 70 y 85 dólares están inclinados al alza en el corto plazo».
La valoración de Goldman Sachs se fundamenta en que las sanciones a los buques que transportan petróleo ruso cercenará el suministro de crudo: «Estimamos que los buques afectados por las nuevas sanciones transportaron 1,7 millones de barriles diarios (mb/d) de petróleo en 2024, o el 25% de las exportaciones de Rusia, siendo la gran mayoría crudo».
El bloqueo urdido por Washington, por tanto, altera por completo el factor que más influencia tenía en la espiral bajista que hasta ahora experimentaba el hidrocarburo: la holgura en el abastecimiento. Gran parte de los buques incluidos en la última batería de sanciones transportaban crudo a India y China, ya que las sanciones occidentales previas desviaron el comercio de petróleo ruso de Europa a Asia. Algunos de los barcos también han transportado petróleo desde Irán, que también está en la ‘lista negra’ de EEUU.