WhatsApp se ha convertido en una de las aplicaciones de mensajería más utilizadas en el mundo. Y lo es gracias a su facilidad de uso y múltiples funciones, como compartir archivos, fotos y hasta la ubicación en tiempo real. Sin embargo, lo que parece una herramienta útil y conveniente también puede ser una puerta de entrada para los ciberdelincuentes. Datos aparentemente inofensivos que compartimos a diario podrían estar poniendo en riesgo nuestra seguridad y privacidad.
Ubicaciones geolocalizadas o información personal. Los expertos en ciberseguridad advierten que esta información puede ser utilizada para rastrear movimientos, cometer fraudes o incluso planear delitos más graves. Es importante conocer cómo puedes protegerte ante estos peligros sin dejar de utilizar tu WhatsApp tranquilamente.
1POSIBLES RIESGOS AL COMPARTIR EN WHATSAPP
Compartir la ubicación en tiempo real, aunque práctico en ciertos escenarios, puede convertirse en un riesgo significativo para la privacidad y seguridad de los usuarios. La facilidad con la que esta función permite a las aplicaciones mostrar tu posición exacta en un mapa ha generado preocupaciones entre los expertos en ciberseguridad, quienes advierten que su uso sin precauciones puede exponer a las personas a diversos peligros.
Uno de los principales riesgos radica en el rastreo de movimientos y actividades diarias. Al activar esta función, estás compartiendo detalles sobre dónde te encuentras, cuánto tiempo permaneces en ciertos lugares e incluso las rutas que sigues. Si esta información llega a las manos equivocadas, podría ser utilizada para fines delictivos, como el robo, la extorsión o el secuestro. Por ejemplo, los ciberdelincuentes podrían aprovechar estos datos para planear un asalto sabiendo exactamente cuándo no estás en casa o calcular cuándo estarás en un lugar vulnerable.
Además, compartir la ubicación en redes sociales o aplicaciones de mensajería, especialmente con contactos desconocidos o poco confiables, aumenta el riesgo de ciberacoso. Los acosadores podrían usar esta información para monitorear tus movimientos, seguirte o acercarse a ti en lugares públicos sin tu consentimiento. Este tipo de vulnerabilidad es particularmente preocupante para adolescentes y usuarios jóvenes, quienes a menudo no dimensionan las implicaciones de compartir su ubicación con desconocidos.
Otro aspecto alarmante es que las aplicaciones que ofrecen esta funcionalidad suelen almacenar los datos de ubicación en sus servidores. Aunque las empresas aseguran proteger esta información, no están exentas de sufrir brechas de seguridad. Si estos datos son filtrados o vendidos a terceros, podrían usarse para enviar publicidad invasiva, realizar campañas de phishing o, peor aún, ser explotados por delincuentes con intenciones más graves.
Las vacaciones son otro momento crítico. Según los profesionales de la seguridad compartir ubicaciones geolocalizadas o publicar fotografías mientras estás fuera de casa puede ser un aviso para los delincuentes de que tu vivienda está vacía. Este simple acto puede convertirse en una invitación al robo, especialmente si tu contenido en redes sociales es visible para personas que no conoces directamente.