Miller Kampa, asociado senior, Athyrium Capital Management (Neuberger Berman) explica que podrían avecinarse importantes propuestas políticas en el sector salud, junto con un enfoque más favorable a las empresas.
A medida que el presidente electo Donald Trump se prepara para su segundo mandato, el sector de la atención sanitaria se prepara para un período de posibles cambios, a pesar de su relativo silencio sobre los detalles políticos. En este caso, el personal puede marcar una gran diferencia y, en nuestra opinión, los inversores deberían prepararse para un panorama influido por la atención sanitaria y los nombramientos presupuestarios.
Aunque la volatilidad del mercado es probable, creemos que mantener el énfasis en las tendencias a largo plazo será esencial para navegar por un panorama industrial en evolución. Comprender las implicaciones de los cambios normativos y los nombramientos administrativos clave será probablemente importante para identificar oportunidades de inversión.
He aquí algunas cuestiones clave que conviene vigilar.
Medicare Advantage: Un viento de cola potencial para las aseguradoras
Se espera que la nueva administración Trump favorezca a los planes privados Medicare Advantage mediante la provisión de actualizaciones de pago más positivas, aumentando potencialmente las tarifas en un 2 – 5% en contraste con las actualizaciones negativas que ocurrieron durante los años de Biden.
La magnitud de estas actualizaciones podría depender de la dirección política de los recientes nominados Robert F. Kennedy, Jr. (el propuesto secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos, o HHS) y el Dr. Mehmet Oz (el nominado Administrador de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, o CMS), que generalmente se cree que ven favorablemente el programa Medicare Advantage.
Medicaid: Vientos en contra
El programa Medicaid requiere una importante financiación federal, pero ha habido resistencia política a la promulgación de cambios materiales en las prestaciones, a menudo por parte de funcionarios estatales, lo que podría afectar a los proveedores privados de asistencia sanitaria. Creemos que los inversores deben estar atentos a futuras propuestas que puedan implicar un ajuste de los importes federales de contrapartida.
Affordable Care Act (ACA) y proveedores de asistencia sanitaria
Los esfuerzos por «derogar y sustituir» la ACA parecen haberse abandonado en gran medida. Sin embargo, la expiración programada de los subsidios de la ACA de la era COVID en 2025 (si no se toman medidas en el Congreso) podría dar lugar a una importante desafiliación de la ACA y una migración a planes privados de prestaciones más bajas.
Para los proveedores de asistencia sanitaria, prevemos un entorno laboral más suave, en parte debido a la posible reversión de ciertas políticas relacionadas con el trabajo bajo la administración Biden. Entre ellas, la probable derogación de la «regla 80/20» (que exige que un mínimo del 80% de los pagos por servicios de cuidado personal compensen directamente a los cuidadores) y otras políticas laborales similares. La atención continua de Trump en el lugar de atención probablemente desplazará ciertos procedimientos de atención médica de entornos hospitalarios a centros ambulatorios o de cirugía ambulatoria de menor costo.
Sector farmacéutico: Un arma de doble filo
El enfoque de Trump en el precio de los medicamentos podría dar lugar a reformas que afecten a las compañías farmacéuticas. La nominación de Kennedy para el HHS sugiere posibles cambios en las políticas de salud pública, pero con resultados inciertos; por ejemplo, aunque Kennedy ha hablado frecuentemente de forma crítica sobre las vacunas, una nueva regulación más allá de los marcos actuales podría ser recibida con litigios.
Trump ha propuesto previamente un modelo de precios de medicamentos de «nación más favorecida», en el que Medicare se negaría a pagar más por los medicamentos que el precio más bajo de cualquier país similar. Una versión de este marco podría potencialmente ser implementada a través del proceso de negociación existente de la Ley de Reducción de la Inflación.
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Aunque Kennedy ha criticado la publicidad farmacéutica, los esfuerzos para regular los anuncios de televisión podrían encontrarse con obstáculos, dado que el anterior intento de Trump fue anulado por motivos de la Primera Enmienda. Por último, esperamos reformas modestas en la gestión de beneficios farmacéuticos, que cuentan con apoyo bipartidista.
Salud: nombramientos poco convencionales para el gabinete
A pesar de su estatus poco convencional, creemos que los nominados de Trump para la atención sanitaria (incluidos Kennedy y Oz, así como el Dr. Martin Makary, que ha sido elegido para dirigir la Administración de Alimentos y Medicamentos, o FDA), es probable que sean aprobados por el Senado o (si es necesario) elevados a través del proceso de nombramiento en receso. En particular, el secretario del HHS dirige varias agencias sanitarias clave, como los CMS, la FDA, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Ciertas orientaciones políticas, aunque difíciles de poner en práctica y susceptibles de ser impugnadas judicialmente, aún podrían ser posibles dada la actual hornada de candidatos.
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La FTC y la inversión de capital privado: Perspectivas legales
Si bien es poco probable que el nivel de vigilancia federal visto durante la administración Biden continúe durante un mandato de Trump, el escrutinio a nivel estatal sobre la inversión de capital privado en la asistencia sanitaria puede persistir, aunque con una intensidad potencialmente menor. La postura de la administración Trump sobre las fusiones y adquisiciones sanitarias sigue siendo incierta, aunque es improbable que se vuelva a las políticas laxas de las administraciones anteriores.
Conclusión: centrarse en los fundamentos y las oportunidades estratégicas
Aunque el entorno político puede introducir incertidumbres, es probable que persistan los motores fundamentales del sector sanitario. Creemos que los inversores deben permanecer anclados en estas tendencias a largo plazo, mirando más allá del ruido político inmediato para identificar oportunidades estratégicas dentro del sector.
A medida que se clarifiquen las políticas de la administración, pueden surgir oportunidades tácticas, pero mantener un enfoque disciplinado en la dinámica duradera del mercado será clave para navegar con éxito en este periodo.
Preparándose para la volatilidad y centrándose en áreas de crecimiento sostenible, los inversores pueden posicionarse para capitalizar tanto los retos como las oportunidades que presenta el segundo mandato de Trump.