jueves, 9 enero 2025

La sed de poder de Elon Musk: acaba con la moderación en Meta y podría comprar TikTok

Elon Musk está más crecidito que nunca. Se le ve henchido de poder, al saberse parte de la futura administración Trump, ser el hombre más rico del mundo, y contar con la plataforma de opinión X, (antes Twitter) desde la que hace públicas sus opiniones sobre otros gobiernos del mundo, como si fuera el Virrey salvador de la tierra. Para acumular si cabe más poder, se ha apuntado la posibilidad de que se haga con el negocio de TikTok en EE.UU. Su influencia ha conseguido que Meta haya anunciado ayer que abandona la moderación en sus redes sociales, y le ha llevado a pedir que EE.UU invada Reino Unido.

Musk no puede ser presidente de estados Unidos por haber nacido en Sudáfrica, pero va a tratar de acercarse el máximo posible a sus sueños de dominar el mundo con cualquier medio que se le ponga a tiro. Y tiene todas las armas a mano al ser el hombre más rico del mundo.

El histriónico multimillonario, dueño también de empresas como SpaceX, Tesla o la red de satélites Starlink, no tiene metas en lo que a acumulación de poder e influencia se refiere. Va a ser el encargado de adelgazar la Administración del Estado como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental, en cuanto Donald Trump tome posesión de su segundo mandato como presidente de estados Unidos el próximo día 20 de enero.

Ese día es justo el posterior al 19 de enero, día que está señalado en el calendario como el que se conocerá cuál es el destino de TikTok, la exitosa aplicación de vídeos cortos de la compañía china BiteDance, tras haber peleado en una batalla legal de varios meses para evitar una ley estadounidense que la prohibirá en el país, si no corta lazos con su empresa matriz. La dependencia de esta del Gobierno Chino, y el miedo al espionaje y el alcance de poder sobre la sociedad norteamericana por el control de los datos de los usuarios de la app, son la causa del enfrentamiento judicial.

La sed de poder de Elon Musk: acaba con moderación en Meta y podría comprar TikTok

ELON MUSK ¿PIENSA EN COMPRAR TIKTOK?

El 19 de enero la empresa china defenderá la existencia en EE.UU ante la Corte Suprema del país, a pesar de que Trump ha pedido al organismo judicial que suspenda la prohibición antes de que entre en vigor ese día, para que así cualquier decisión al respecto de TikTok se produzca ya bajo su mandato. Los analistas de la prestigiosa The Information ya han predicho que esta petición del presidente electo puede tener, y mucho, que ver con el interés de Elon Musk de ser quien se haga con el negocio de TikTok en tierras estadounidenses.

Musk tiene el potencial económico más que suficiente para postularse como comprador de la división norteamericana de TikTok. Es tan capaz de comprársela, como hizo con Twitter, y utilizar su ingente capacidad de influencia como red social para verter y generar a través de ella opiniones reaccionarias y conservadores, que corresponden al giro en los últimos años en sus posiciones políticas que ha protagonizado en los últimos años.

Meta acaba de anunciar que finaliza su programa de moderación de contenidos del que hacía gala, para adoptar el sistema de notas que utiliza X para medio moderarse

Cabe recordar que en 2022 Musk compró Twitter por 41.800 millones de dólares, despidió al 80% de la plantilla, consiguió así volver a expresar sus ideas a través de la red y reincorporó a la misma al perfil de Donal Trump, que había sido vaneado de la red. El plan ha funcionado y Donald Trump se ha convertido en presidente, porque además ha contado con el apoyo moral y económico de más de 200 millones de dólares donados por el empresario tecnológico.

Su poder ya ha medrado hasta en las tecnológicas que todavía mantenían la cara lavada frente a la desinformación. Meta acaba de anunciar que finaliza su programa de moderación de contenidos del que hacía gala, para adoptar el sistema de notas que utiliza X para medio moderarse. Así Mark Zuckerberg garantiza que su negocio se acerca a la nueva administración Trump y se aleja de sus iras.

El nuevo jefe de Asuntos Globales de Meta, Joel Kaplan, cercano a los postulados mas conservadores norteamericanos, ya ha comenzado con su trabajo de acercar a la matriz de Facebook e Instagram al nuevo gobierno, argumentando que «en los últimos años, hemos desarrollado sistemas cada vez más complejos para gestionar el contenido en nuestras plataformas, en parte en respuesta a la presión social y política para moderarlo. Este enfoque ha ido demasiado lejos».

La sed de poder de Elon Musk: acaba con moderación en Meta y podría comprar TikTok
Mark pasando el trago de anunciar el fin de la moderación, y poner así a salvo su negocio durante la Administración Trump.

SED DE PODER E INGERENCIA EN EUROPA

Además de la Administración del Estado más poderosa del mundo, en la red social que antes de su llegada era la más influyente, y que sigue siendo capaz de llegar a millones de usuarios, Musk domina el mercado de los coches eléctricos con los Tesla, el de espacio sideral con los cohetes lanzadores reutilizables de Space X, y el mundo de la conectividad a internet con la red de satélites Starlink, con la que también pretende hacerse con el monopolio de las telecomunicaciones espaciales y pegar un buen mordisco al negocio de las telecos tradicionales.

La compañía ya opera en 114 países, entre ellos España, y tiene 4,6 millones de clientes en todo el mundo. Su red es estupenda para acceder a internet desde lugares remotos no conectados, como aldeas perdidas, montañas o barcos en alta mar.

Esta semana Elon musk ha protagonizado injerencias en la política extranjera, hasta el punto de pedir que EE.UU invada el Reino Unido, que han hartado a todos al este lado del Atlántico

El acceso en España no es demasiado caro, (desde 19,99 euros) pero en nuestro país tiene en frente programas como el Plan Conéctate 35 de Hispasat, financiado con fondos púbicos, y salvo casos puntuales, un red de fibra óptica cada vez más capilar en zonas rurales y un futuro desarrollo del 5G por parte de las operadoras patrias que anularán su ansia de poder sobre las comunicaciones y los datos españoles de Elon Musk, Muchos otros países se plantean frenar al excéntrico Elon en su plan por dominar el mundo, al más puro estilo de los villanos de las historias de 007.

Su sed de dominio se ha dejado ver sin restricciones desde que se ha convertido en mano derecha de Trump. Esta semana ha protagonizado injerencias en la política extranjera, hasta el punto de pedir que EE.UU invada el Reino Unido, que han hartado a todos al este lado del Atlántico. El lunes, día de Reyes, tanto el presidente francés, Emmanuel Macron, que le acusado de promover «una nueva internacional reaccionaria», como el primer ministro británico, Keir Starmer, y el portavoz de la Comisión Europea han manifestado su inquietud y disgusto porque Musk ha opinado sobre los gobiernos de países europeos y ha realizado maniobras desestabilizadoras desde su podio de hombre poderoso embriagado de poder.

El propietario de X dijo hace unas semana que estaba dispuesto a donar hasta 120 millones de euros al partido Reform UK, del euroescéptico Farage, al que este sábado tildó de «flojo» como ultraderechista, ha señalado al país británico como un «paraíso del fundamentalismo islámico», y ha acusado a Starmer de permitir abusos sexuales a menores por un antiguo caso judicial de abusos que se desestimó cuando era fiscal general en Reino Unido. El premier inglés ha denunciado las «mentiras y amenazas dirigidas a difundir el veneno de la extrema derecha» de Elon Musk.

También el vicecanciller alemán, Robert Habeck, acusó al multimillonario de atacar a la democracia alemana por apoyar a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). El primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Stoere, lo ha resumido con sus críticas al magnate, y ha manifestado que le parece muy preocupante que «un hombre con un enorme acceso a las redes sociales y enormes recursos económicos se involucre tan directamente en los asuntos internos de otros países«. El portavoz de la Comisión Europea, Thomas Regnier, ha advertido que por medio de la Ley de Servicios Digitales, se analizará en X «cualquier riesgo para la democracia en las elecciones legislativas alemanas de febrero».

Parece ser que a Elon Musk ya solo le falta dejase crecer el bigotito corto sobre el labio superior que se llevó tanto en los años 30 del siglo pasado en Europa.


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